“Sólo el sacerdote ordenado puede celebrar la Eucaristía y administrar el perdón de Dios, que tanto necesitamos. Esto no es clericalismo, esto es voluntad de Cristo, que ha constituido a su Iglesia de esta manera”. Con esta rotundidad se expresa el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en la carta pastoral de esta semana que dedica al Día del Seminario, con motivo de la solemnidad de San José.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Tándem Argüello-Cobo
- Regístrate en el boletín gratuito
En esta misma línea, argumenta que “nosotros recibimos del Señor esta Iglesia, constituida jerárquicamente, en la que los ordenados por el sacramento del Orden, representan a Jesucristo personalmente”. Por ello, concluye que “si no hay pastores, no hay Iglesia”. Es más, deduce que “donde no hay sacerdotes o escasean, las comunidades cristianas languidecen hasta llegar a desaparecer”.
Rezar y actuar
Con este contexto que perfila, Fernández invita a los fieles a rezar por las vocaciones y poner “todos los medios a nuestro alcance para dar pastores a la Iglesia”. “Considero que esta es una de las necesidades básicas de la Iglesia en todo tiempo, tener pastores suficientes para las necesidades de las parroquias, de las diócesis, del mundo entero al que hay que evangelizar”, añade el obispo.
Así, hace un llamamiento a las familias cristianas para que estén al quite de “algún indicio de llamada”. “Apoyémosle entre todos para que discierna en la verdad y verifique si esta es la llamada de Dios para él”, recomienda el obispo de Córdoba. Junto a esta propuesta, plantea que la pastoral vocacional se intensifique “en las catequesis parroquiales y en cualquier otro ámbito católico, también en los colegios y en las clases de religión”.