‘Por qué sigo en la Iglesia’ (Ed. Salvator). Este es el título del libro francés que recoge las conversaciones entre el conocido monje benedictino alemán Anselm Grün –famoso autor de espiritualidad– y el psicoanalista y ensayista Jean-Guilhem Xerri, muy implicado en el acompañamiento de víctimas de abuso. Ambos se preguntan en qué pueden basarse la fe y la fidelidad a la Iglesia tras la crisis de los abusos.
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Superar la crisis
Ambos expertos rechazan dejarse “hipnotizar” y “paralizar” por el mal cometido en la Iglesia, según recoge La Croix. Para ello Xerri subraya la autenticidad del trabajo de la verdad, aunque siga siendo “lento” y a veces “decepcionante”. Para él, “la Iglesia de Francia es quizás la que ha ido más lejos, y ninguna otra institución pública, religiosa o privada ha tomado todavía iniciativas de tal envergadura”. A través de una “acción preventiva y curativa”, la Iglesia está “comprometida en un profundo movimiento para revelar y prevenir los abusos cometidos dentro de sus muros”, refuerza.
En este sentido surge el ejemplo de santas místicas como Hildegarda de Bingen, ellas fueron “muy críticas con la Iglesia de su tiempo” y “mostraron el camino” al nombrar “lo que asola a la Iglesia y al mismo tiempo aportarle luz”. Por ello para el psiquiatra permanecer en la Iglesia es una cuestión de “lucha espiritual” y de “discernimiento” personal. La crisis de las instituciones de la Iglesia significa que es “la hora de los laicos”, cuya “responsabilidad es dejarse transformar por su relación con Cristo, y transmitir esta experiencia y darla a conocer a quienes les rodean”. En realidad, esto no es nada nuevo. “La Iglesia está en permanente construcción desde la resurrección de Cristo”, reclama el experto.
