Expresó que la sinodalidad refleja a una Iglesia viva, plural e implicada en las circunstancias históricas y sociales
Después de haber participado en la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, el subsecretario general del Sínodo, Luis Marín de San Martín osa, mantuvo un diálogo con los periodistas que cubren la realidad eclesial en el país, organizado por la oficina de prensa de la CEA.
Fue presentado por el obispo auxiliar de La Plata y secretario general de la CEA, Alberto Bochatey osa, quien agradeció su presencia y aclaró que es el encargado de llevar a cabo el proceso sinodal impulsado por el papa Francisco.
El subsecretario del Sínodo manifestó su alegría por poder participar de este tiempo de renovación profunda de la Iglesia porque la muestran viva, que abre puertas, que vive en la unidad y es plural. Comentó que está visitando episcopados y grupos de distintos países, lo que le permite tener una visión amplia de la Iglesia y acompañar los procesos de escucha y cambio.
Durante el intercambio, el obispo compartió opiniones, intuiciones y contestó algunas cuestiones que hacen a la vida de la Iglesia en proceso sinodal.
Reconoció que se pregunta por qué algunos sectores están más entusiasmados que otros con respecto al Sínodo. Cree que hay que continuar con la política informativa porque no se puede amar lo que no se conoce. Puede haber confusión, ciertos miedos. Hay que entrar en un proceso de revaloración, que nos implica personalmente. Hay que aclarar y acompañar, y captar la importancia de este momento. Es un tiempo para encontrarse y poner a la Iglesia en conexión.
Brindó también la diferencia entre sínodo y sinodalidad. Estimó que esta refiere a un proceso que afecta a toda la Iglesia que camina unida a Cristo y que es sinodal, y tiene un dinamismo de comunicación y debate. La sinodalidad se concreta de diferentes modos, que son eventos: el sínodo de los obispos, los consejos pastorales o económicos, las conferencias episcopales, los consejos presbiterales, capítulos de religiosos. Lo primero es la unidad, y desde ella se vive la pluralidad. En una iglesia rica, cultural y experiencialmente, las respuestas y los desarrollos son diferentes.
San Martín expresó que la sinodalidad requiere de paciencia, perseverancia y presencia para llegar a todos los ambientes.
Desde la Secretaría general tienen claro que el Sínodo es consultivo, no resolutivo. Por eso, el documento de síntesis no es el documento final; refleja el camino sinodal, y en la redacción se muestra un consenso del 82%.
Recordó que, por primera vez, el Sínodo se inició con un retiro espiritual de tres días. Agregó que la metodología de la conversación espiritual ayudó mucho para la reflexión porque se dio en un clima de oración.
Ahora, están trabajando para el Sínodo de octubre, y confirmó que se están encarando dos instrumentos de trabajo con fundamentación teológica y canónica que ayudarán a la reflexión en la Iglesia de los temas a debatir en un estilo sinodal.
Agradeció la labor de los medios de comunicación por su tarea de difusión y comprensión del apagón informativo en el desarrollo de las jornadas: no significa que no ha habido información, sino que se cuidó el mensaje en sus formas, en su contenido y en su frecuencia. Quiero resaltar el hallazgo del sínodo digital, la tarea de los misioneros digitales: los canales, el lenguaje y el mensaje de la Iglesia para que responda a las necesidades y preguntas del mundo.
Respondiendo a una pregunta, reafirmó que la Iglesia siempre es sinodal, y camina concretamente con el pueblo de Dios en las circunstancias históricas y sociales que le toca vivir: una Iglesia viva, perseguida, que se arraiga en la tierra. “Y esto es el gran reto del proceso sinodal de la Iglesia. Vamos a una Iglesia coherente. Una Iglesia implicada”, señaló.
Ante la pregunta cómo ayudar al papa Francisco como Pastor, estimó que era conveniente vivir una experiencia profunda de Cristo, a través de la oración y la contemplación. Por tema es la consideración y el respeto a Pedro como Piedra de la Iglesia. El Papa es el fundamento sobre el que se edifica la Iglesia. “Invito a todos a participar, a implicarnos en este momento precioso en la Iglesia… de la renovación profunda del Espíritu, y a seguir las intuiciones que tiene el Papa“, puntualizó.
Con respecto a sus percepciones sobre Argentina, aseguró que es un país con enormes posibilidades; que atraviesa momentos difíciles, pero la respuesta es siempre en comunión, en comunidad. Las respuestas se encuentran juntos.
Cree que América Latina en el tema de la sinodalidad va cinco pasos por delante, por su historia, por su estructura, y por su estilo. Pidió responsabilidad para ayudarse unos a otros, que haya conexión entre los grupos, entre los continentes. Asimismo, el subsecretario del Sínodo encomendó no encerrarse en sí mismos, sino abrirse y brindar la riqueza maravillosa que hay en el continente.