El papa Francisco vuelve a dar un paso al frente en favor de las gentes del campo. Así lo ha puesto de manifiesto en la VIII Conferencia Global del Foro Rural Mundial, que se celebra desde hoy y hasta el 21 de marzo en Vitoria con el lema ‘Agricultura Familiar: sostenibilidad de nuestro planeta’.
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“Las familias que se dedican a la agricultura son encomiables por la forma solidaria de su trabajo, así como por el estilo respetuoso y delicado con el que cultivan la tierra”, ensalza Jorge Mario Bergoglio, que pone en valor cómo su manera de trabajar generar sistemas “más inclusivos, resilientes y eficientes”. A la par, crítica el contexto de vulnerabilidad en el que se encuentran frente a los grandes productores, lo que lleva a estas familias ser “golpeadas por la pobreza y la escasez de oportunidades”.
Brújula segura
En su mensaje el Papa Francisco subraya “el papel insustituible del genio femenino en este contexto”. Las mujeres rurales representan una brújula segura para sus familias”, enfatiza justo después. Es más, llega a presentarlas como “un punto de apoyo firme para el progreso de la economía, especialmente en los países en desarrollo, donde no sólo son beneficiarias sino verdaderas impulsoras del progreso de las sociedades en las que viven”.
De la misma manera, llama a cuidar a los jóvenes para que ellos promuevan “la verdadera revolución”, en tanto que son capaces de “aportar soluciones innovadoras para abordar viejos problemas”.
Con todas estas pistas, Francisco remata su mensaje animando a todos los participantes en esta cumbre generar una verdadera transformación de la sociedad desde el mundo rural: “Avancemos en la erradicación del hambre, la reducción de las desigualdades, así como en el cuidado y la salvaguarda de nuestro planeta”.