El nuncio Bernardito Auza está de vuelta. Tras ausentarse en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española de primavera en la que se renovaron los cargos de la cúpula sin explicar el motivo de su ausencia a la cita ni dejar discurso alguno previsto, el embajador vaticano reapareció este fin de semana en Ponferrada. Allí, ejerció de pregonero de la Semana Santa de la ciudad y desveló que durante estas últimas semanas ha estado en Filipinas, su país natal.
Desde el Teatro Bergidum de Ponferrada, el nuncio llegó a afirmar que “España es de cultura católica más que de religión católica”. “Los católicos españoles practican menos su religión, pero muchas personas expresan popularmente su fervor religioso”, añadió. En el acto, el diplomático estuvo acompañado, entre otros, por el alcalde Marco Morala, el obispo de Astorga, Jesús Fernández, y el mayordomo de la Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, Salvador Fernández.
Sobre la piedad popular en nuestro país, alertó de que “reducir las prácticas de la Semana Santa a manifestaciones turísticas implica la quiebra del patrimonio espiritual y el abandono de valiosas instituciones”. Con esta premisa, Auza llamó a “luchar contra la mentalidad de que es un reclamo turístico y una cuestión más económica; una manifestación cultural o teatral y no la expresión de una piedad religiosa”.
De hecho, no dudó en asegurar que “se diría que se pretende una sociedad sin referencias religiosas, sin culto a Dios y sin aspiración a la vida eterna, orientada casi exclusivamente al mero gozo de los bienes de la Tierra”. En esta misma línea, dejó caer que “los que buscan convencernos de que es una manifestación cultural para ganar dinero, quieren solamente engrandecer al hombre, alejándolo de Dios”.
En su alocución no faltaron referencia al Papa Francisco y su defensa de la piedad popular: “Nos enseña que cada porción del pueblo de Dios da testimonio de la fe y la enriquece con nuevas expresiones. Puede decirse que el pueblo se evangeliza a sí mismo”.