En el nuevo espacio convivirá el templo y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Fundación Blanquerna, perteneciente al arzobispado
La parroquia del Espíritu Santo de Barcelona está en obras. Y, mientras estas duren, la actividad parroquial se trasladará, de forma temporal, a la iglesia del Hospital de Sant Pau y la Santa Creu. Así lo confirmó a los feligreses Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona, tras la misa que presidió este domingo 17 de marzo en el templo.
“Durante su visita a la parroquia, el obispo ha tenido la oportunidad de dialogar con los feligreses con los que ha hablado de la futura construcción del nuevo templo parroquial y un nuevo edificio en el que se ubicará la Facultad de Ciencias de la Salud de la Fundación Blanquerna, perteneciente a la Archidiócesis de Barcelona”, informa el arzobispado en un comunicado.
Según explican, “este proyecto fue coordinado desde un inicio por el obispo auxiliar Antoni Vadell (D.E.P.), que en todo momento estuvo en comunicación con el párroco y los miembros del Consejo Parroquial”. Asimismo, recalcan que “es un proyecto que cuenta con la aprobación de los órganos diocesanos: Consejo Episcopal, Colegio de Consultores, Consejo de Asuntos Económicos y Consejo Presbiteral. Además cuenta con la preceptiva autorización de la Santa Sede”.
Como ya informo el arzobispado el pasado 1 de junio de 2022, “se prevé una cesión de derecho de superficie de parte de la finca y no una venta. El Arzobispado no pierde en ningún momento la propiedad del suelo y en unos años tendrá la propiedad del edificio construido. En efecto, el Arzobispado ha cedido el derecho de superficie de una parte de la finca, situada en el número 401 de Travessera de Gràcia, a la Fundación Blanquerna, de la Archidiócesis de Barcelona. En la otra parte de la finca se ubicará el nuevo templo y otros espacios parroquiales”.
Del mismo modo, en el mismo comunicado se indicaba que “la parroquia no se extingue”. De hecho, “las instalaciones de la futura Facultad de Ciencias de la Salud harán compatible la actividad docente con la misión pastoral y celebrativa propia de la parroquia”.
El proyecto constructivo contempla destinar al templo y a usos parroquiales un espacio de 713 m2 mientras que el futuro centro universitario ocuparía 4.096 m2.
El arzobispado “lamenta el malestar y la incomodidad que todo este proyecto constructivo pueda provocar a los fieles de la parroquia”, pues considera que “habrá muchas más ventajas que los inconvenientes que se puedan ocasionar durante la ejecución de las obras”.
En el mismo sentido, dejan claro que “el objetivo último de todo este proyecto es potenciar la acción educadora y evangelizadora de la Archidiócesis de Barcelona”. Por eso, “una vez terminadas las obras y con el retorno a la normalidad, el párroco de la parroquia del Espíritu Santo ampliará su campo de acción pastoral e incorporará a su ministerio a toda la población universitaria, además de los fieles de la parroquia”.