El papa Francisco aprueba el nuevo estatuto y el nuevo reglamento de los canónigos del principal templo mariano de Roma
El papa Francisco ha aprobado mediante un quirógrafo el nuevo estatuto y el nuevo reglamento de los canónigos de la basílica papal de Santa María la Mayor de Roma, el templo que conserva el icono de la Virgen Salus Populi Romani y la reliquia de la Sagrada Cuna de Belén. Una decisión que cierra el preiodo de adaptación a la reforma de la Curia Romana y cuyo responsable de aplicación será el arzobispo lituano Rolandas Makrickas, nombrado arcipreste coadjutor ya que el actual cardenal arcipreste, Stanisław Ryłko, no puede participar en muchas de las celebraciones por su delicado estado de salud.
El Papa deja a los canónigos liberados de toda tarea económica y administrativa, que será desarrollada por un consejo económico supervisado por Makrickas, según los nuevos estatutos –algo que lleva haciendo desde que el 15 de diciembre de 2021 había sido nombrado como Comisario extraordinario del Cabildo y de la Basílica Liberiana–. De este templo visitado más de 100 veces por el Papa durante su pontificado, por un antiguo privilegio, el Rey de España es protocanónigo honorario del Cabildo Liberiano –que según los nuevos estatutos Felipe VI podría enterrarse en el cementerio de canónigos si no hubiera sitio en la cripta de El Escorial–. Ahora se incorpora a la gestión del templo una nueva junta directiva y nuevas figuras como el delegado de Administración y el delegado de Pastoral.
Francisco escribe directamente que considera “oportuno liberar a los canónigos de todas las tareas económicas y administrativas, para que puedan dedicarse, plenamente y con renovado vigor, al acompañamiento espiritual y pastoral que los peregrinos de todo el mundo buscan y desean encontrar, cruzando el umbral del primer Santuario Mariano de Occidente”. Los nuevos estatutos recogen ya los criterios de la constitución apostólica Praedicate Evangelium y en ellos se recogen indicaciones como que la junta contará con un representante de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y un representante de la APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica). Entre las indicaciones para los canónigos que pasen a ser coadjutores u honorarios con su jubilación se indica que “conservarán el préstamo del apartamento del que ya disfrutan, el título de Protonotario Apostólico supernumerario y sus propias vestimentas”, así como otras particularidades.