La activista socioambiental de la Diócesis de Neuquén (Argentina) afirmó que quieren asumir el derecho y deber de defender y vivir en un ambiente sano, y preservarlo para las futuras generaciones
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reflexionar sobre la importancia de este recurso vital para la vida y el desarrollo humano. Este año el lema acuñado es ‘Agua para la paz’.
El papa Francisco ha alertado extensamente sobre la cuestión del agua en diversas oportunidades. Entre las actividades que hacen uso y abuso del agua, la Patagonia argentina enfrenta el desafío de defender el agua como bien común y sagrado para la vida. En la diócesis de Neuquén –cuyo territorio se iguala con el de la provincia del Neuquén– fue presentado el Proyecto de Ley N°16066/23 que propone la prohibición del uso del agua para la explotación megaminera metalífera a cielo abierto.
En esta consideración, Vida Nueva entrevistó a Sandra Ferrero, militante social y activista socioambiental de la Diócesis de Neuquén. Es doctora en Ciencias Sociales con orientación en Políticas Públicas, especialista en Gerencia Pública para el Desarrollo Social, licenciada en Servicio Social. Especializada en Estudios de Mujeres y géneros y en Planificación Social. Trabajadora Jubilada del Sistema de Salud Pública neuquino.
PREGUNTA.- ¿Cuándo y quiénes comenzaron a trabajar en este proyecto de ley provincial vinculada a la prohibición del uso de agua en la explotación megaminera metalífera a cielo abierto?
RESPUESTA.- El inicio del Proyecto de Ley N°16066/23 fue presentado en el 2018 con aproximadamente veinte mil firmas que lo acompañaron en una campaña donde pedíamos que realmente la legislatura sea la voz del pueblo.
Por distintos motivos, como la pandemia y el fallecimiento de uno de los miembros de la comisión, desde el 2018 al 2022 no se trató y fue archivado. Y fueron archivadas estas veinte mil voluntades que decían “queremos cuidar el agua, específicamente de la megaminería”.
Y en el 2023 volvimos a presentarlo. Ese proyecto está entonces para su tratamiento en la Honorable Legislatura de la Provincia del Neuquén. Es un articulado muy simple.
A esta altura, todos más o menos, tenemos idea de los daños y del saqueo que implica la megaminería, esta minería a grandísima escala que busca metales diseminados por todas las montañas y bueno, si tiene que volar montañas enteras, lo hace.
En este armado del 2018 participaron muchísimos grupos, asambleas, vecinos, vecinas, independientes, entre algunas, bueno, las asambleas socioambientales de toda la cordillera, la red Jarillas, varias FM, y un rol bastante importante lo cumple la Iglesia Católica. De hecho, el proyecto N°11520 fue firmado en la presentación por el propio obispo emérito Marcelo Melani, ya fallecido.
Entendimos que era necesario tener una instancia provincial de cuidado del agua porque ya varias localidades habían sacado sus ordenanzas prohibiendo la fractura hidráulica en el caso de Junín de los Andes y la megaminería en el caso de San Martín de los Andes, Zapala, Aluminé. En el norte, varios son los consejos deliberantes que se expresaron en su momento en favor de la vida y en contra de este tipo de saqueo tan salvaje.
P.- ¿Cuáles son los fundamentos esenciales en la propuesta de esta ley provincial?
R.- Los fundamentos esenciales para solicitar una ley que nos garantice el cuidado del agua, de tal manera que no sea utilizada para uno de los extractivismos más dañinos, cómo es la megaminería. Numerosos crímenes ambientales dan cuenta del impacto negativo en los territorios afectados; la pérdida de biodiversidad –básicamente el abuso sobre el agua de alta montaña– el deterioro de relaciones sociales. Muchos más graves en nuestra provincia donde es permanente el hallazgo de piezas arqueológicas, que dan cuenta de la riqueza cultural, también amenazada.
Es el caso particular del Río Catan Lil, que da vida a varias localidades y comunidades del pueblo originario Mapuche (Rams, Namuncurá, Cayupan, Cayulef), estancias, productores en pequeña escala. Una amenaza a la potencialidad turística de la región.
Por todo ello, apelando al principio de precautoriedad, poniendo voz a los derechos de la naturaleza, es que renovamos la presentación del proyecto de Ley N°16066/23, que tiende a prohibir el uso del agua para extractivismo megaminero, asumiendo nuestro derecho y deber de defender y vivir en un ambiente sano, y preservarlo para las futuras generaciones.
Sólo solicitamos, la congruencia con convenios internacionales la legislación nacional y provincial vigentes, en las que se establece el cuidado del ambiente.
P.- ¿Cuáles son los artículos propuestos más importantes?
R.- El proyecto está compuesto por un breve articulado, en el que pone énfasis en la protección de agua y en la necesidad de contar con regulación que prohíba la circulación por las rutas neuquinas de materiales de alta toxicidad.
P.- Actualmente, ¿cuál es la situación respecto del tratamiento de la ley por parte de la Legislatura provincial?
R.- Nuestra intención este año es hacer todas las acciones que podamos para su tratamiento. Por supuesto, es bueno que esté en la Legislatura, y que para su tratamiento ya esté en la Comisión de Ambiente, porque es el espacio más democrático, porque allí hay personas que hemos elegido desde el pueblo para que nos representen.
Tenemos la esperanza de que este año al menos nos escuchen, que tengan en cuenta toda esta movilización social que produce el hecho de la defensa del agua hoy mismo acá en el sur. Mirando los incendios en La Rinconada, con el cambio climático, ya hace décadas que venimos diciendo que vamos a ir padeciendo este tipo de eventos cada vez en forma más periódica como son los incendios, y que el tema del agua entonces se hace fundamental que esté disponible para la vida y no para seguir favoreciendo acciones que hacen al calentamiento global, que ya atentan contra nuestra existencia y la de las futuras generaciones. Así que estamos muy esperanzados en que este año haya una ley que nos proteja para los neuquinos y neuquinas, que proteja el agua y prohíba su uso para la megaminería.
P.- Recuérdenos qué nos dice acerca de la cuestión del agua el papa Francisco en su Carta Encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común.
R.- En esta Encíclica el papa Francisco dedica un subtítulo importante a la cuestión del agua y nos dice muy especialmente que el agua “no puede ser malgastada, abusada o motivo de guerras, sino que debe ser preservada en nuestro beneficio y en el de las generaciones futuras”.
Y también enfatiza que “mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado”.