La catedral de Toledo no tiene competencias para desenterrar y trasladar fuera del templo los restos de los reyes godos Recesvinto y Wamba que permanecen en el templo desde 1845, cuando tuvo lugar la demolición de la cripta de Santa Leocadia, donde reposaban desde 1274. Así lo ha expresado el Cabildo de la catedral primera de España en un comunicado oficial como respuesta a la iniciativa promovida por dos abogados que reivindican un enterramiento de Estado para los monarcas y se han mostrado dispuestos a llegar a los tribunales europeos para conseguirlo.
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Una misa cada 1 de septiembre
Desde el Cabildo, también se explica que el 2 de mayo del año 2017 la catedral decidió “dar definitivo descanso a los citados restos mortales” en la llamada capilla mozárabe, en tanto que Recesvinto y Wamba eran practicantes de esa liturgia. Este traslado interno tuvo lugar puesto que se encontraban enterrados en el Ochavo, que es la capilla de las reliquias de la catedral y, en cambio, los monarcas no son santos.
Desde ese momento se celebra cada año, en torno al 1 de septiembre, una misa funeral por el eterno descanso de los dos reyes godos, a la que asisten representantes de la Real Casa de los Godos.