Tras un invierno marcado por la bronquitis y los resfriados, el papa Francisco llega a la primavera sin recuperarse del todo aunque ha presidido la eucaristía del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor en la Plaza de San Pedro. Como lleva sucediendo desde la Semana Santa de 2022, el pontífice ha presidido los ritos iniciales, la bendición de los ramos, en la zona del obelisco en el centro de la plaza.
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El pontífice, con capa pluvial roja, ha introducido la celebración y bendecido los ramos de olivo desde el atrio de la Basílica Vaticana. Desde allí escuchó el Evangelio de la entrada en Jerusalén sujetando su propia palma trenzada por artesanos de Elche y esperó la llegada de la procesión con los ramos. El resto de la misa, debido a su dolor de rodilla, Bergoglio la ha seguido en el lateral del altar situado en el atrio de la basílica vaticana con capa pluvial, como viene haciendo también durante los últimos meses.
Los obispos y cardenales presentes son quienes han participado en la procesión con los ramos, junto con un grupo de fieles y otros miembros de la Casa Pontificia. En la misa el idioma predominante ha sido el italiano –también en la lectura de la Pasión–, aunque se han incluido peticiones en polaco, alemán, francés, chino y dialecto yoruba. Como es habitual, tres diáconos han cantado el relato de la Pasión, en este año según san Marcos.
Sin homilía
Tras la lectura de la Pasión según san Marcos, el papa Francisco, con un silencio contemplativo no ha pronunciado su homilía ni ha delegado la función en ningún otro de los cardenales o celebrantes. Tras la oración final sí que dirigió la alocución previa al ángelus mostrando su cercanía por las muertes, una mujer y su hijo, en una comunidad de San José de Apartada en Colombia, ejemplo de economía social. También ha condenado el ” vil atentado terrorista” en Rusia, pidió por las víctimas y que Dios “convierta el corazón” de quienes cometen estas “acciones deshumanizas que ofenden a Dios que nos ha mandado: No matarás”.
Francisco también ha saludado a los peregrinos presentes, incluyendo los ciudadanos italianos de Sanremo que han ofrecido las palmas de la celebración. Jesús ha entrado en Jerusalén como rey pacífico, abramos a él nuestro corazón. Solo Él nos puede liberar la injusticia, del odio y la violencia porque Él es la misericordia y el perdón de los pecados”. Por ello invitó a rezar por las víctimas de la guerra como sucede en Ucrania o en Gaza. Finalmente invitó a todos a rezar a María por esta Semana Santa.