El papa Francisco es consciente de que la ciudad argentina de Rosario está “en un momento de crisis” con la intervención “de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”. Así lo señala un videomensaje enviado a los fieles de esa diócesis tras la oleada de asesinatos por narcotráfico que se viven desde hace semanas. “Sabemos que en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad”, recuerda el Papa.
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El camino del consenso y del diálogo
“Es necesario fortalecer la comunidad”, es la consigna de Francisco para estos momento ya que, añade, “todo Pueblo tiene en sí mismo las herramientas para superar aquello que atenta contra su propia integridad, contra la vida de sus hijos más débiles”. “Nadie de buena voluntad puede sentirse excluido ni ser excluido de la gran tarea de que Rosario sea un lugar en el que todos puedan experimentarse hermanos”, reclama el pontífice. “Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario”, apela.
“Todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social. La alternancia de las gestiones debe sostener la continuidad de los procesos de cambio”, señala Francisco a la vez que señala a las drogas como origen del problema. “El silencio del Estado en esta materia sólo naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización de las mismas”, denuncia. Una situación que desencadena, además, “los entramados de la corrupción y del lavado de dinero”.
Compromiso de todos
“Cada miembro del poder judicial es responsable de custodiar su integridad, la que comienza por la rectitud de su corazón. Asimismo, es de agradecer a todos aquellos hombres y mujeres que, con su compromiso silencioso con la justicia, muchas veces ponen en riesgo su propia vida por el bien común en un contexto tantas veces deshumanizado”, destaca Bergoglio. El pontífice también denuncia “la complicidad de una parte del sector privado” si bien “hay grandes ejemplos de ellos en la vida del empresariado argentino, entre los que se encuentra Enrique Shaw”.
“Nadie se salva solo, aun en los barrios privados, se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos. La paz es una empresa que exige de la creatividad y compromiso de todos aquellos que tienen el don de emprender e innovar, y ustedes saben cómo hacerlo. Gracias por ello”, señala el pontífice. En su mensaje, el Papa también llama la atención sobre las personas más vulnerables y desea que “todas las instituciones sociales, civiles y religiosas debemos de estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer: crear comunidad. Rosario cuenta con una gran riqueza de instituciones al servicio de los demás”. Finalmente reclama el papel de la Iglesia en “acompañar espiritual y orgánicamente a los familiares de las víctimas que han perdido su vida a causa de la violencia, acompañar a los enfermos, acompañar a quienes viven el flagelo de las adicciones y a sus familiares, acompañar a quienes están presos y luego necesitan un camino de reinserción, acompañar a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad extrema”.