El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas, en entrevista con el periodista Román Lozinski, ha expresado su preocupación por la situación del país toda vez que el régimen chavista ha obstaculizado la inscripción de candidatos a las elecciones presidenciales, pautadas para el 28 de julio de este año.
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En este sentido, aseguró que cualquier venezolano, mayor de 18 años, tiene derecho por iniciativa propia a postularse como candidato y “cualquier restricción no puede ir más allá de las normas que siempre son necesarias en una sociedad para que haya igualdad de oportunidades”.
“Debemos ser conscientes de que todo lo que se realiza en igualdad de condiciones, si se permite precisamente que la ciudadanía exprese lo que piensa, en torno a ello habrá esa paz y tranquilidad que hace falta”, comentó.
Respetar las reglas del juego
El purpurado apuntó que resulta muy importante informar a los contendores electorales de Nicolás Maduro las razones por las que un candidato es aceptado o no: “Por ejemplo, no cumple porque no tiene un partido que lo apoye, no tiene el número de firmas, en fin, las condiciones que se quieran poner”.
Considera que debe haber indicaciones claras y precisas de por qué sí puede o no postularse para garantizar un clima de paz y confianza en el venidero proceso electoral, porque el único camino para los venezolanos es la paz, “no es a través de la confrontación ni de la violencia, sino que nos necesitamos todos y tenemos que respetarnos”.
No será tampoco “a través del abuso de cualquier tipo para que aprovechándonos de la cuota de poder [en referencia al aparato estatal] podamos tener control sobre una parte de la sociedad”.
Garantizar transparencia
Más allá de lo ideológico – explicó Porras – está escuchar el clamor de todo un pueblo en cuanto a sus necesidades, puesto que “debemos valorar enormemente esa capacidad que tiene que tiene el venezolano de a pie de buscar solución a las cosas de manera pacífica”.
En este llamado a elecciones presidenciales lamentó que “se están cometiendo muchos errores” que generan incertidumbre, por eso, ha llamado a las autoridades a crear un clima “serenidad y sensatez para no crear un clima de mal sabor, resquemor en la ciudadanía, porque eso no conduce a nada bueno”.
También invitó a los venezolanos a inscribirse en el registro electoral para “ver dónde votamos, aunque también hemos recibido denuncias muy claras de lugares donde no funcionan o imposibilidad de algunos para registrarse”
“Hay que ser en eso también muy transparente para que todos los venezolanos tengan la oportunidad de inscribirse y registrarse y saber dónde van a votar para ejercer un derecho que les corresponde a todos”, acotó.
Gestos de solidaridad
La Semana Santa se vive en Venezuela con mucha devoción, contó el cardenal y, a la vez pide, a todo el pueblo aprovechar estos días de asueto para poder vivir en paz, pero “con una paz que no sea la paz de los sepulcros, sino la tranquilidad y la serenidad del corazón”.
Recordó su visita a Barquisimeto con el regreso de la Patrona de esta ciudad en el occidente venezolano, la Divina Pastora a la Basílica de Santa Rosa. Fueron manifestaciones multitudinarias de un pueblo devoto que confía en María como “la intercesora que con su ternura nos lleve adelante, porque hay una gran hambre de paz y serenidad” en el país.
En Caracas ha encabezado celebraciones de la Semana Mayor y, según cuenta, desbordan la capacidad y las posibilidades de poder atender a todos. “Desde el Lunes Santo, son fechas importantes para los venezolanos”, por eso, recordó cómo el sufrimiento injusto que conduce a la muerte no es el camino, “nuestro camino es es el respeto de la dignidad de la vida de toda persona”.
Hizo votos para que la sociedad venezolana en medio de las dificultades pueda “avizorar un horizonte y un futuro mejores en los que la esperanza no se pueda sacar del corazón de todos nosotros”.
Ha pedido a todos los venezolanos durante esta Semana Santa volcar su mirada en los millones de coterráneos que han emigrado. “El Papa durante el ángelus ha mencionado la situación de los migrantes en el continente y sabemos que buena parte de ellos son compatriotas nuestros”.
“No podemos ser ajenos al dolor de nuestros hermanos migrantes y debemos saber tenderles la mano los unos a los otros, No solo asistir a las celebraciones de nuestra religiosidad popular que vivimos estos días, sino que también hayan gestos de solidaridad con quienes más lo necesitan”, finalizó.
Foto: Arquidiócesis de Caracas
