Iglesia amazónica expresa su solidaridad a las comunidades de Cotopaxi amenazadas por la minería en Ecuador

La Red Eclesial Panamazónica (Repam) muestra su cercanía a las comunidades de Palo Quemado y las Palmas

Iglesia amazónica expresa su solidaridad a las comunidades de Cotopaxi amenazadas por la minería

La tensión crece en Palo Quemado y las Palmas, zonas en la provincia de Cotopaxi en Ecuador, por cuenta de los enfrentamientos entre las fuerzas militares y grupos antiminería, que se oponen al proyecto de la empresa canadiense Ático.



La Red Eclesial Panamazónica (Repam) ha expresado su solidaridad y cercanía a las comunidades que exigen el derecho a la vida y protección del medioambiente frente a los intereses económicos.

Por ello, desde Repam recordaron que “ante las crisis económica y sociales que suelen atravesar nuestros países, tenemos la tendencia a creer que la inmediata solución es adquirir más recursos económicos, y para hacerlo no importa las formas, aunque eso implique atropellar derechos, irrespetar el suelo donde se vive”.

Lamentaron que se atropellen los derechos de quienes legítimamente se oponen al proyecto minero pisoteando “libertades democráticas y las leyes constitucionales, de las cuales ‘se jactan’ cuando hablan del sumak kawsay” y calificarlos de terroristas.

En favor de los débiles

Los integrantes de la Repam denuncian exceso de fuerza tras “la llegada de personal armado y gran cantidad de militares” en el que han resultado heridos varios manifestantes “como si no hubiera otros espacios donde ellos [la policía] tengan que trabajar ante la situación de guerra contra la inseguridad que vive el país”.

Los habitantes de Palo Quemado y las Palmas tienen claro que “no queremos minería, defenderemos la tierra”, por eso, “queremos, una vez más, levantar la voz de denuncia en favor de los pobres y débiles, de los criminalizados, por ejercer su derecho de levantar su voz y defender la paz y la justicia”.

Toda vez que piden al Gobierno Nacional “se respete la vida y los derechos de los habitantes y que no se imponga por la fuerza, la ambición de unos pocos, mutilando la voluntad de la mayoría de la población, que se siente perjudicada por el proyecto minero”.

Consideran que se están violando las normas y leyes vigentes, por lo que “pedimos que las decisiones sigan siempre por caminos de diálogo, escucha y transparencia”.

Foto: Teleamazonas

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