El presidente de la Conferencia Episcopal Española invita a los católicos a emprender “en la Iglesia en un camino sinodal para trabajar y vivir juntos”
“¡Jesucristo ha resucitado! Verdaderamente ha resucitado”. Con estas palabras, arranca el mensaje de Pascua del presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello.
En un videocomunicado que se ha dado a conocer hoy, Argüello califica la Resurrección como una “espléndida noticia que incorpora una novedad radical a nuestra existencia”. Es más, hace un llamamiento a los cristianos a “cantar y contar este grito” que constituye “el fundamento de nuestra fe y de nuestra vida”, mientras “parece extenderse otro clamor que un loco, hace ya más de un siglo, empezó a gritar por los caminos de la vida: ‘Dios ha muerto’”. Lo cierto es que esta expresión se atribuye tanto a Friedrich Nietzsche como a Hegel, incluso a Dostoievski.
En cualquier caso, el presidente de los obispos comparte que esta ‘muerte de Dios’ podría llegar a asumirse en algunos foros “cuando contemplamos las guerras, los conflictos, las tristezas, las dificultades que nos llegan a través de los medios de comunicación o que tenemos nosotros mismos noticia, conciencia, de tantos amigos nuestros, de tantos vecinos, de tantos ciudadanos que llevan una vida marcada por la tristeza y por la desesperanza”. Frente a ello, Argüello insiste en proclamar ese “verdaderamente ha resucitado” desde una existencia real de “salvados” y “resucitados” en “nuestra vida cotidiana”.
En su mensaje, el presidente del Episcopado entona un canto a la sinodalidad promovida por el Papa Francisco. Asi, plantea llevar a cabo el anuncio del Evangelio “en la Iglesia en un camino sinodal para trabajar y vivir juntos”. Para Argüello, el Resucitado “nos invita a intentar volver a perdonar, que nos invita a proponer de nuevo una propuesta de caminar juntos, como discípulos misioneros”.