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El caso Xavier Novell: solo el Papa puede secularizar a un obispo para casarse por la Iglesia





“Nos hemos podido casar por la Iglesia, gracias a la misericordia del Santo Padre que le ha concedido la secularización”. A través de su perfil de Instagram, así explicita Silvia Caballol cómo ha podido contraer matrimonio canónico con su pareja, el obispo emérito de Solsona, Xavier Novell. El agradecimiento al Papa Francisco no es un brindis al sol. Su intervención habría resultado imprescindible para que ambos consolidaran oficialmente su relación con una boda por la Iglesia.



Y es que, el Código de Derecho Canónico, esto es, la norma por la que se rige el orbe católico, no contempla la dispensa del celibato y la secularización de los obispos. A eso se une que el caso de Novell es tan excepcional que, a priori, tampoco habría precedentes recientes y, menos aún, que hayan alcanzado tanta notoriedad. Es cierto que no es el primer obispo que decide dejar su ministerio en favor de su pareja, pero sí resulta especialmente significativo que haya buscado algo más que una unión civil para vivir el vínculo como sacramento.

Contacto personal

Lo que sí queda claro es que el Papa Francisco ha tenido que intervenir directamente. Y así lo habría hecho desde un primer momento, tal y como ha confirmado ‘Vida Nueva’. Xavier Novell mantuvo al menos un encuentro personal con Francisco antes de presentar su dimisión. A partir de ahí, el Papa y Novell habrían mantenido contacto, no solo centrado en el proceso canónico, sino en un acompañamiento pastoral y personal en la distancia. O lo que es lo mismo, el obispo emérito de Solsona habría informado al Pontífice argentino de cada uno de los pasos que daba, incluida su boda civil, el embarazo, el nacimiento de las dos gemelas y su bautizo. Todo, desde una discreción sepulcral por parte de Novell solo rota por las pinceladas que su ya esposa compartía a través de sus redes sociales. Por su parte, Francisco ha seguido con esa misma reserva la evolución de la familia, mientras se avanzaba en los recovecos legales para que finalmente Xavier y Silvia hayan podido darse el ‘sí, quiero’ en un altar.

Desde que el 23 de agosto de 2021, renunciara por “motivos estrictamente personales” a pastorear la diócesis de Solsona, no dejó de ser obispo como tal. Ni tan siquiera ex obispo. Simplemente pasa a ser obispos emérito. Según el canon 375.1 del Código de Derecho Canónico, los obispos “por institución divina son los sucesores de los apóstoles”. En este mismo punto, se especifica que “son constituidos como pastores en la Iglesia para que también ellos sean maestros de la doctrina, sacerdotes del culto sagrado y ministros para el gobierno”. Tal y como se recoge en el Concilio Vaticano II, la consagración episcopal es “la ‘plenitud’ del sacramento del Orden” y, por tanto, al igual que cualquier otro sacerdote, se es obispo para siempre. ¿El motivo? el sacerdocio ministerial al configurar al «ministro ordenado» con Cristo sacerdote para siempre, hace que tal sacerdote  que recibe el sacerdocio, lo reciba para siempre.

Marcado y sellado

Para siempre queda “marcado y sellado”, “in aeternum”, según el rito de Melquisedec, como dice la carta a los Hebreos. Así pues, un sacerdote nunca deja de serlo y, por tanto, un obispo, tampoco. “La ordenación sagrada nunca se anula”, sentencia el Código de Derecho Canónico en el canon 290. “Él sigue siendo obispo, pero sin poder ejercer el ministerio”, explica su ya esposa en redes sociales. Y no le falta razón, en tanto que ya no puede llevar los atributos episcopales, como la mitra o el báculo, pero tampoco puede presidir una misa.

Pero, ¿cómo se llega a este particular ‘limbo’? Un sacerdote puede perder el estado clerical por una sentencia judicial, un decreto administrativo… Esto es, por “causas gravísimas”. Fuera de estos casos, la Iglesia puede dispensar a un cura que lo solicita de las obligaciones que está llamado a ejercer, si le resulta imposible cumplirlas. Así, a la par que se concede la dispensa, se le prohíbe ejercer el sacerdocio: confesar, celebrar la eucaristía… Es lo que se conoce como secularización o reducción al estado laical, que cuenta con todo un proceso reglado para su petición, estudio y concesión. Aunque en última instancia esta dispensa la concede oficialmente el Papa, es el Dicasterio para el Clero el que analiza cada caso y da su aprobación.

Ni una palabra

Sin embargo, el Código de Derecho Canónico no dice una palabra al respecto de los obispos, por lo que en este caso sí que depende directamente del Papa iniciar un proceso que, como en el caso de Xavier Novell, se puede considerar único. De ahí, que la esposa del obispo emérito de Solsona hiciera hincapié en su post en Instagram en el hecho de que “ha sido un largo camino, pero hemos podido regularizar nuestra situación canónica: casarnos como deseábamos y poder volver a recibir la comunión”.

Lo cierto es, a pesar de la percepción de Caballol de un tiempo dilatado, teniendo en cuenta la complejidad de cualquier proceso vaticano de secularización, apenas han pasado dos años y medio desde que Novell presentara su renuncia.

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