El papa Francisco ha dado un paso al frente para relatar en primera persona cual ha sido la verdadera relación con el fallecido Papa emérito. Es la razón de ser del libro ‘El sucesor. Mis recuerdos de Benedicto XVI’, una extensa entrevista con el vaticanista del diario ABC, Javier Martínez-Brocal, que publica la editorial Planeta.
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Francisco no duda en que “por supuesto, Benedicto tiene categoría para ser doctor de la Iglesia”. “Fue un grande”, remarca el actual pontífice, que enfatiza cómo “se notaba que estaba enamorado de Dios y que le daba un valor prioritario”.
Dardos contra él
“Si había un hombre que andaba adelante, que era progresista, era él. Hasta tal punto de que, en la época del Concilio Vaticano II, era visto con recelo”. Así define Jorge Mario Bergoglio a su predecesor, consciente de que en algunos foros eclesiales se ha utilizado a Joseph Ratzinger para atacarlo: “Solo lo han hecho quienes no tienen argumentos”.
Sin embargo, el pontífice argentino expone que siempre contó con el respaldo del Papa alemán: “Él nunca me quitó el apoyo. Quizá hubo alguna cosa que hice con la que él no estaba de acuerdo, pero nunca lo dijo”. “No permitió que se hablara mal de mí si no se aclaraban las cosas”, añade.
El gesto de Ratzinger
Es más, Martínez-Brocal llega a preguntar a Francisco si es cierto el rumor que dice que el Papa emérito invitó a salir del monasterio donde vivía a una persona que habló mal de él. “Sí, le confirmo que lo echó de su casa, pero lo hizo con gentileza”, remarca Bergoglio.
El papa Francisco conversa con Javier Martínez-Brocal para el libro-entrevista ‘El sucesor’
Además, también comparte cómo Benedicto XVI le apoyó cuando un grupo de cardenales buscaron que le criticara por haber reconocido las uniones civiles homosexuales: “Les dijo: ‘Esto no es una herejía’. ¡Cómo me defendió! La situación me ayudó a comprender que tenía acá a personas que estaban medio tapaditas y que aprovechaban la ocasión para morderme. Él siempre me defendió”.
Sobre los valores que más destaca de Ratzinger, Bergoglio subraya que “me gusta recordarlo como un hombre valiente” y de su pontificado destaca que “empezó a hacer limpieza y actuó con coraje”. En lo personal, destaca que “me trataba con gentileza, con una gran gentileza”.
