Los dirigentes de empresas proponen recordar algunos principios que aseguren el cumplimiento de la ley y la defensa de los derechos fundamentales
“Nos sentimos en la necesidad de recordar que quienes accedan a tan magno servicio al Bien Común deben ser funcionarios íntegros y honestos, comprometidos con el cumplimiento imparcial de la ley y la defensa de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos”. Así se expresaba la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) ante el eventual nombramiento de algunos candidatos como jueces para la Corte Suprema de Justicia.
El Poder Ejecutivo propondrá algunos nombres, que ya han comenzado a circular en los medios de comunicación, al Honorable Senado de la Nación para ocupar las vacancias del máximo Tribunal de Justicia del país.
Los socios de ACDE creen necesario recordar que quienes accedan a tan magno servicio al Bien Común deben ser funcionarios íntegros y honestos, comprometidos con el cumplimiento imparcial de la ley y la defensa de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.
La institución inició el texto recordando las palabras del papa Francisco, quien a pocos días de asumir su Pontificado, dirigió una carta al presidente de aquel entonces de dicho organismo, en la que manifestó: “Administrar justicia es una de las más insignes tareas que el hombre puede ejercer (…) Los que se dedican a ello han de estar adornados de virtudes humanas, en particular grandeza de espíritu, prudencia, sabiduría, integridad y fortaleza”,
El Santo Padre también sugirió en aquella carta que a la hora de seleccionar candidatos hay que traer a la memoria “los bellos ideales de ecuanimidad, imparcialidad y nobles miras que caracterizaron a los grandes magistrados que han pasado a la historia de la humanidad por la rectitud de su conciencia, los conspicuos valores que los distinguían y la irreprochabilidad con que llevaron a cabo su servicio al pueblo”.
Por tal motivo, ACDE quiso pedir a las autoridades responsables que realicen un proceso de selección riguroso, que garantice la designación de funcionarios comprometidos con la justicia y la equidad, que respete las leyes vigentes y los compromisos y estándares internacionales a los que la Argentina adhirió explícitamente.
Además, quienes tengan la responsabilidad de nominar a los posibles candidatos deben velar por una adecuada representación de varones y mujeres, “con toda la riqueza que de ello puede devenir para el propio organismo y para la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos del Poder Judicial”.
Finalmente, señalaron que la confianza en el sistema judicial, con el consecuente cumplimiento estricto de las leyes y de la seguridad jurídica, es fundamental para crear un clima de negocios favorable, que permita atraer inversiones, fomentar la innovación, la competencia, el desarrollo productivo, y Argentina se convierta en un país viable.