El nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, pidió a los obispos renovar sus esfuerzos para ayudar a que la juventud “no pierda contacto con la realidad, escapándose en lo virtual, lo cual fomenta fácilmente apatía hacia el mundo político y sus estructuras”.
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En el marco de la CXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Spiteri urgió a “procurar métodos nuevos para presentar a los jóvenes una visión más positiva del quehacer político y su importancia para el desarrollo de la sociedad”.
Consideró que la Iglesia debería ofrecerles la posibilidad de una formación más proactiva en el empeño social, “a favor de la dignidad y de los derechos humanos y la protección de la naturaleza, pero que incluya también la actividad política a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”.
Empapándose de la realidad mexicana
Por otro lado, el representante diplomático del papa Francisco, -quien llegó como nuncio a México en octubre del año 2022- explicó que en año y medio ha visitado casi la mitad de las diócesis del país, donde ha encontrado “un espíritu eclesial profundo, una sincera inquietud por las situaciones reales en cada región, a veces hasta trágicas, y el deseo de responder a la luz del Evangelio a estos desafíos”.
También dijo haber observado “el empeño en la renovación de las estructuras de la Iglesia local, particularmente a través de la formación permanente del clero y de los laicos”.
Asimismo, dijo haber descubierto el anhelo de sinodalidad, y en ese mismo espíritu, -pidió Spiteri- habrá que proponer iniciativas para celebrar la Novena Guadalupana 2024, y también para el Año de la Oración en preparación del Jubileo de la Redención.
“Todas estas iniciativas pastorales ayudarán a fortalecer la esperanza de los mexicanos frente a los retos del tiempo presente”, dijo.
Las libertades civiles se encuentran agraviadas
El nuncio apostólico en México también se refirió a las libertades civiles que -dijo- “se encuentran afectadas por el deterioro del estado de derecho en algunas partes de la República, la situación de violencia y de impunidad que se vive en ciertas regiones, así como la marginalización de comunidades pequeñas y personas desamparadas, sin olvidar el trato a veces inhumano, violando sus derechos fundamentales, que reciben varios de nuestros hermanos y hermanas migrantes”.
En ese sentido, observó que las comunidades eclesiales “no solo se solidarizan con quienes son víctimas de muchas formas del crimen, sino que ellos mismos —laicos comprometidos, personas consagradas, sacerdotes y obispos— sufren estos abusos en carne propia”.
“Los últimos incidentes son de la semana pasada”, dijo, en alusión al obispo Melquita en Caracas y administrador apostólico en México, quien “al llegar al Aeropuerto Internacional de la capital para participar en esta asamblea nuestra, fue detenido por las autoridades de migración de forma arbitraria, tratado en modo indigno y expulsado la mañana siguiente muy temprano”.
Además -recordó- el 3 de abril, Eduardo Cervantes Merino, obispo de Orizaba, y dos de sus sacerdotes fueron asaltados, junto con varios otros automovilistas, en la autopista Puebla — Orizaba, aunque, “gracias a Dios, no sufrieron daños físicos”.
La Iglesia “no puede quedar callada frente a las injusticias”
Por lo anterior, dejó en claro que la Iglesia “como verdadera Madre amorosa, no puede quedar callada frente a las injusticias, vengan de donde vengan, que sufren sus hijas y sus hijos. Ella no solo reclama la libertad de hablar y de denunciar injusticias, sino también el derecho de formular acciones a favor del bien común, siempre respetando las leyes justas de la nación”.
“Si la Iglesia denuncia ciertas situaciones tristes es porque el Pueblo de Dios, a todos los niveles, las experimenta directamente. La Iglesia, en obediencia al mandato del Señor Jesucristo, desea ayudar a cambiar los corazones para mejorar la vida de los que viven en este país tan lindo y querido”, añadió.
El nuncio apostólico no pudo dejar de lado el proceso electoral de este 2024, por lo que hizo un llamado a “seguir orando por el desarrollo democrático y pacífico de las elecciones, calificadas como históricas. Seguiremos orando y alentando a todo el Pueblo de Dios a ejercer sus derechos y deberes como ciudadanos responsables”.