La asociación de telespectadores católicos italiana denuncia que el spot “ofende la sensibilidad religiosa de millones de católicos practicantes, además de ser indignante”
La última campaña publicitaria de las patatas fritas de la empresa italiana ‘Amica’ está dando mucho que hablar. Y es que la marca juega con la ambigüedad de unas monjas que no se sabe si en la comunión reciben el Cuerpo de Cristo o una patata frita. Un equívoco que se reduce o va en aumento según las distintas versiones del anuncio que se han comenzado a emitir en televisión o la que se muestra en las redes sociales.
Para algunos cristianos esta provocación encierra una ofensa a la propia eucaristía. La campaña ha sido desarrollada por la agencia del grupo Lorenzo Marini y muestra en la versión más amplia del anuncia a un grupo de novicias en misa que van a recibir la comunión y cuando la primera de ellas cierra la boca se oye un crujido de patata ante la mirada de las más jóvenes y una hermana más veterana que aparece comiendo patatas de una bolsa, que sería quien las ha puesto en la patena vacía. Con el Ave María de Schubert termina el comercial con el eslogan: “Patatas fritas Amica, lo divino de cada día”. La mayoría de las televisiones han omitido el momento de la comunión relacionando el crujido con la monja profesa.
Para la Rai, la televisión italiana, incluso se ha hecho una versión en la que la novicia comulga claramente una hostia blanca normal, según recoge el diario Avvenire. Para el presidente nacional de la asociación de telespectadores católicos, Giovanni Baggio, el anuncio “ofende la sensibilidad religiosa de millones de católicos practicantes, además de ser indignante al trivializar la yuxtaposición entre la patata crujiente y la hostia consagrada”. “Es un intento de encumbrar a una empresa recurriendo a la blasfemia”, reclama aludiendo además a la normativa de autorregulación publicitaria italiana.