El Colegio La Inmaculada-Marillac de Madrid acoge hoy y mañana la Asamblea General de Escuelas Católicas 2024, que ha contado en su inauguración con una amplía participación episcopal.
Además del nuncio en España, Bernardito Auza, ha participado el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán; el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Luis Ángel de las Heras; y el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, Alfonso Carrasco Rouco.
Junto a ellos, Librada María Carrera García, subdirectora general de Centros del Ministerio de Educación, y la presidenta de Escuelas Católicas, Ana María Sánchez.
En su saludo a los representantes de las más de 400 entidades titulares de centros educativos, Luis Ángel de las Heras ha agradecido a los centros por “renovar cada día el compromiso de la Iglesia con la educación”.
El también obispo de León les ha animado a continuar siendo “fieles a la misión evangelizadora y seguir llevando la educación a los menos favorecidos de la sociedad. A hacer realidad la cultura de la inclusión, como nos dice el papa Francisco, porque “nadie debe ser excluido”.
Durante su intervención, De las Heras ha resaltado la apuesta de los centros por la misión compartida, que es “expresión de sinodalidad e incrementa la capacidad de trabajar juntos tanto en el ámbito local y diocesano, como en el regional y nacional”.
El misionero claretiano ha agradecido también “por tanto compromiso con los jóvenes, sus familias y los trabajadores. Gracias por el trabajo en red y por cuidar con valores evangélicos para formar hombres y mujeres libres y responsables que puedan encontrarse con Jesucristo y descubrir en la Iglesia la misericordia gratuita”.
Por su parte, Alfonso Carrasco Rouco ha recordado durante su disertación que “más que proyectos educativos, nosotros tenemos realidades educativas. Más que proponer proyectos, hacemos presente experiencias ya vividas”, porque “no educamos en nombre de una teoría sino de una realidad vivida”. Y ha añadido: “Creemos en la educación porque es la manera de amar al prójimo y testimoniar la Verdad”.
El también obispo de Lugo ha recalcado que “la sinodalidad no es una tarea, es una realidad vivida”. En este sentido, ha recalcado que “desde hace mucho tiempo los colegios son lugares donde se camina juntos”.
Por otro lado, Francisco César García Magán, que se ha estrenado hoy en una Asamblea de Escuelas Católicas, ha valorado la “realidad plural y rica de la vida consagrada en la educación”. “Caminar conjuntamente no es solo un programa de marketing para las escuelas sino que es una exigencia que brota de la naturaleza y de la misión de las escuelas católicas”, ha completado.
El obispo auxiliar de Toledo, ha agradecido a los religiosos por “hacer presente el servicio de anuncio de la Palabra”, que es “un servicio ‘ad intra’ en la Iglesia y ‘ad extra’ a toda la sociedad, porque sois una aportación al bien común”.
Antes de despedirse ha hecho hincapié en que “vuestra tarea no es profesión, es vocación”. “Hacedlo con conciencia de ser testigos del Señor y enviados de la Iglesia. Gracias por lo que hacéis”, ha subrayado.
Librada María Carrera García ha tomado la palabra para recordar el “compromiso de Escuelas Católicas con tantas generaciones”. “Seguid con el compromiso social, realizando una escolarización sin exclusión, comprometidos con la diversidad, colaborando estrechamente con las familias de forma comprometida, con una educación personal e integral, y creando espacios seguros”, ha detallado.
Desde su experiencia como inspectora de educación y como ex alumna de un centro católico, Carrera ha dado testimonio de que los “compromisos” de los centros católicos son “reales”. “Seguid contribuyendo a mejorar la educación y con ello a la vida de muchas personas”, ha aseverado.
Asimismo, ha insistido en “la importancia de los centros concertados en nuestro sistema, complementario a la educación pública”. Por ello, ha dejado claro que el Ministerio es consciente de que la escuela concertada “debe ser dotada de los recursos necesarios”.
Bernardito Auza ha trasladado el agradecimiento del papa Francisco por la contribución de los centros a la evangelización. Así, ha señalado que “la sinodalidad está en la entraña de la misión educativa desde siempre”. Por otro lado, ha agradecido el compromiso de los centros católicos con “llevar la luz del Evangelio a los jóvenes y sus familias”.
Cerrando la mesa, la esclava del Sagrado Corazón de Jesús Ana María Sánchez ha recordado que “somos Iglesia que evangeliza educando y que educa evangelizando intentando sembrar en nuestro mundo semillas de Evangelio”.
Posteriormente, el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, ha tomado la palabra para lamentar la burocracia que ahoga a los centros. Del mismo modo, ha mostrado su tristeza por el hecho de que la polarización política esté afectando al desarrollo de la misión educativa.
El religioso trinitario, hablando sobre la sinodalidad, ha recordado que esta no puede reducirse a pensar juntos, sino “también a reconocer el valor redentor del otro, a crear espacios con otros”. “Es muy triste, me atrevo a decir que incluso un pecado, la disminución de la escuela católica en algunos territorios por no saber crear redes, por competir entre nosotros y por defender solo lo que reconocemos como propio”, ha rematado.
Por último, ha invitado a “no instalarnos, seguir trabajando día a día para que nuestra propuesta educativa sea Evangelio”.