El Papa ha reconocido hoy los asesinatos por odio a la fe del sacerdote y laico, ambos catalanes, durante la Guerra Civil española
España tiene dos nuevos mártires, ahora reconocidos como Siervos de Dios: Gaietà Clausellas y Antoni Tort Reixach. Y es que, durante la audiencia concedida a este sábado al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el papa Francisco autorizó al mismo Dicasterio a promulgar los Decretos que les ponen camino a los altares.
Gaetano Clausellas Ballvé, sacerdote diocesano conocido como el “padre de los pobres”, nació el 5 de agosto de 1863 en Sabadell. Estudió con los escolapios de Sabadell y a los 14 años ingresó en el Seminario Conciliar de Barcelona. En 1898 comenzó a ser capellán del asilo de las Hermanitas de los Abuelos Desamparados. Fue asesinado por odio a la fe el 15 de agosto de 1936 en San Julián de Altura.
Por otro lado, Antoni Tort era laico y padre de familia, nacido el 28 de marzo de 1895 en Barcelona. Dedicado a la joyería, tenía una estrecha relación con el obispo Manuel Irurita, quien se refugió en su casa antes de que lo detuvieran y fusilaran también a él en Montcada en diciembre de 1936.
Además de los dos nuevos mártires españoles, el Papa ha reconocido el milagro atribuido a la intercesión de la beata Elena Guerra, fundadora de la Congregación de las Oblatas del Espíritu Santo, conocidas como Hermanas de Santa Zita, nacida el 23 de junio de 1835 en Lucca (Italia) y fallecida allí el 11 de abril de 1914.
Asimismo, se ha promulgado el decreto de las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Teresa Lanfranco, religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca, nacida el 24 de marzo de 1920 en Gallipoli (Italia) y fallecida el 8 de junio de 1989 en Roma (Italia).