Obispo de Estados Unidos enaltece el trabajo de los inmigrantes

El obispo Mark Seitz asegura que sin sus contribuciones, “las comunidades estadounidenses se detendrían”

Mark J. Seitz, obispo de El Paso Texas

Los trabajadores inmigrantes son parte integral de la vida” de los Estados Unidos, pues “atienden nuestros campos, mantienen nuestras carreteras y dotan personal a nuestros hospitales. A través de estos y otros actos, trabajan para todos nosotros. Sin sus contribuciones, las comunidades estadounidenses se detendrían”.



Así lo aseguró el obispo de El Paso y presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), Mark Seitz, quien destacó que los trabajadores inmigrantes “no solo trabajan en algunas de las condiciones más arduas, sino que con frecuencia tienen protecciones legales limitadas, y son más susceptibles a la trata de personas y a otras formas de explotación”.

Lamentablemente -dijo- los riesgos a los que se enfrentan muchos trabajadores inmigrantes se hicieron evidentes recientemente cuando colapsó el Puente Clave de Baltimore, lo que dejó un saldo de seis trabajadores inmigrantes que “perdieron la vida trágicamente”.

Urgen reformas que reconozcan sus contribuciones

En un comunicado hecho público en el sitio en internet de los obispos de Estados Unidos, se señala que “mientras que los empleadores estadounidenses continúan luchando por cubrir más de nueve millones de puestos de trabajo vacantes, un número creciente de comunidades ven la inmigración como la solución“.

El obispo Seitz sostuvo que los trabajadores inmigrantes son tan necesarios pues desempeñan un “papel vital en las comunidades estadounidenses… pero a la vez son los miembros más vulnerables de nuestra fuerza laboral“.

En ese sentido, manifestó que “la Iglesia, en su amor permanente por cada persona como hijo o hija de Dios, presta especial atención a los pobres, los marginados y los excluidos. Como sociedad, nos juzgamos a nosotros mismos, y seremos juzgados, por nuestro trato a aquellos que están menos capacitados para abogar por sí mismos debido a obstáculos sociales, económicos y políticos”.

La Iglesia -añadió- “sigue comprometida con la garantía de los derechos y la justicia para aquellos que trabajan humildemente en las sombras, e instamos a los líderes a emprender reformas muy necesarias que reconozcan sus contribuciones esenciales”.

Apoyo al empleo legal para aquellos con solicitudes de asilo

El obispo confió en que “mientras nos regocijamos en el Misterio Pascual, que todos los seguidores de Cristo vivan con el conocimiento de que ‘nuestros hermanos y hermanas son la prolongación de la encarnación para cada uno de nosotros’ (Evangelii Gaudium), y que esa realidad nos motive a una solidaridad radical que corresponde a nuestro Salvador que dio su vida por el bien de todos nosotros”.

La semana pasada, el obispo Seitz envió una carta al Congreso, en la que expresó su apoyo a un mayor acceso a la autorización legal de empleo para aquellos con solicitudes de asilo pendientes.

La carta hace referencia a un informe reciente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, “que encontró que los refugiados y los asilados habían tenido un impacto fiscal neto de 123,8 mil millones de dólares en la economía estadounidense tanto a nivel federal como estatal durante un período de quince años”.

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