El presidente de la Conferencia Episcopal y el ministro de Presidencia se han reunido en Moncloa este jueves
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, y el secretario general, Francisco César García Magán se han reunido esta tarde con el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en el Palacio de la Moncloa.
Un encuentro que se ha desarrollado “en un ambiente de cordialidad” y que, tal como señala la Conferencia Episcopal, se trata del primero tras el elección de Argüello como presidente de la Conferencia Episcopal el pasado 5 de marzo. “En el mismo”, señala la CEE, “se han comentado las relaciones entre la Iglesia católica y las instituciones públicas”. Por su parte, desde Moncloa aseguran que apostarán en esta nueva etapa por “el diálogo y la escucha activa”.
En el encuentro han estado presentes también Alberto Herrera, subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, y Mercedes Murillo, directora general de Libertad religiosa.
Sin embargo, aunque este es el primer encuentro desde que el arzobispo de Valladolid fuera elegido presidente de los obispos españoles, el ministro y Argüello son viejos conocidos, en tanto que, Bolaños asumió su cargo en julio de 2021, cuando este era secretario general de los obispos. O lo que es lo mismo, durante un año estuvieron trabajando mano a mano hasta que en junio de 2022 fue nombrado arzobispo de Valladolid y anunció que renunciaba al servicio de coordinación cotidiana del Episcopado, una retirada que se hizo efectiva ese noviembre. En ese tiempo, por ejemplo, Argüello vivió en primera la crisis mediática de las inmatriculaciones de la que fue responsable Bolaños.
El Gobierno inició una batalla que buscaba destapar supuestas irregularidades en los 35.000 bienes -más de 20.000 de ellos, lugares de culto- registrados entre 1998 y 2015 gracias a una vía que abrió la Ley Hipotecaria de José María Aznar. Para ello, encargó un informe con datos facilitados de los Registros de la Propiedad de toda España. Con el listado elaborado, la Iglesia revisó uno a uno esos bienes. ¿El resultado? La Conferencia Episcopal descubre que el Estado le ha adjudicado por error en ese listado 1.000 de esos bienes. Es decir, no es que la Iglesia se hubiera apropiado de mil bienes, sino que en ese documento del Gobierno aparecían mil bienes que la Iglesia ni tenía anotados como suyos ni pretendía que lo fueran.
El 24 de enero de 2022 el cardenal Juan José Omella invitó a la sede de la Conferencia Episcopal al presidente Pedro Sánchez para presentarle el resultado de este estudio. Lo que parecía ser una jornada cordial, se convirtió en uno de los mayores desencuentros hasta la fecha entre los obispos y Moncloa. Y es que, a la vez que Sánchez le agradecía a Omella su buena voluntad a la hora de descubrir los errores, el propio Félix Bolaños, ya ministro de la Presidencia, filtraba de forma errada a sus medios de comunicación afines que la Iglesia había inmatriculado mil bienes sin una base probatoria. A partir de ahí se construyó un relato que presentaba a los obispos como responsables de una apropiación indebida que nunca fue tal.
Tuvieron que pasar dos años para que el ministro de la Presidencia admitiera públicamente que la Iglesia obró con honestidad. El pasado diciembre Bolaños, reconocía en el Congreso de los Diputados que “no ha habido prácticamente ninguna reclamación” referente a los bienes inmatriculados en las últimas décadas.