Secretario general del Celam invita a la Vida consagrada a ‘sinodalear juntos’

La CLAR sesiona en Honduras junto con los directores de las 22 conferencias nacionales del continente para ver, juzgar y evaluar juntos la realidad de la región

Lizardo Estrada, obispo auxiliar del Cusco (Perú) y secretario general del Consejo Episcopal

La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) realiza su 49.ª junta directiva en Tegucigalpa – Honduras – junto con los directores de las 22 conferencias nacionales del continente para ver, juzgar y evaluar juntos la realidad de la región.



Han invitado a Lizardo Estrada, obispo auxiliar del Cusco (Perú) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), quien ha compartido el camino de renovación de este organismo que arrancó en 2019.

Destacó que la mayor riqueza de la vida consagrada son sus vocaciones y carismas para “consolidar una Iglesia sinodal desde los valores del Evangelio como nos pide el Señor: ‘El que quiera ser importante, que se haga servidor’”.

Discernir el camino

El prelado hizo un llamado a la corresponsabilidad para “responder juntos, desde nuestras vocaciones y desde nuestra común dignidad de bautizados, a los enormes desafíos que nos vinculan en la misión evangelizadora”.

En un ejercicio de escucha colectivo –como protagonista el Espíritu Santo– “discernir juntos el llamado de Dios en estas tierras y en estos tiempos. Solos, desde nuestras trincheras, no podemos hacer mucho”.

“Trabajar en red, en comunión, nos da mayores oportunidades para transformar la realidad, sobre todo la que padecen los más pobres y vulnerables de nuestros pueblos”, añadió.

Oídos del corazón

Estrada ratificó el compromiso de los obispos del continente en seguir estrechando lazos con la vida consagrada para “hacer posible una Iglesia más sinodal, bajo el signo de la participación de todos los que formamos parte del Pueblo de Dios, en la misión que el Señor nos confía”.

Recordó que en Honduras, durante los trabajos de la 37.ª Asamblea general del Celam, “iniciamos un camino fascinante con los oídos del corazón abiertos a escuchar lo que el Espíritu Santo está diciendo a las Iglesias”.

Una renovación de impronta sinodal, que responde al magisterio del Papa Francisco con un recorrido histórico relevante “desde la Conferencia de Río de Janeiro (1958) hasta la Primera Asamblea Eclesial (2021), pasando por las Conferencias de Medellín (1968), Puebla (1979), Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007)”.

“En este proceso de renovación y reestructuración, así como en el camino sinodal que estamos transitando hemos experimentado la fraternidad y la sororidad de la Vida Consagrada”, finalizó.

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