¿Dejar el diaconado femenino en manos de las Iglesias locales? “No lo sé, sería una posibilidad”. Así ha contestado la subsecretaria del Sínodo, Nathalie Becquart, al ser cuestionada sobre este tema por el semanario católico Die Tagespost.
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Tal como recordó Becquart, fue el Concilio Vaticano II el que reintrodujo el diaconado permanente para los hombres. Sin embargo, las conferencias episcopales y las diócesis tenían libertad para decidir si querían o no implementarlo. “De hecho, esto se hace principalmente en Europa y América del Norte, pero nada en África, Asia y Oceanía, ya que estas iglesias locales han desarrollado otros modelos que toman en cuenta sus necesidades”, explica.
Un gran desafío
Del mismo modo, la religiosa ha apuntado que el papa Francisco “está abierto a la cuestión del diaconado de las mujeres, pero no a la cuestión del sacerdocio femenino”, explicó la monja. Sin embargo, “no hay consenso sobre el diaconado de las mujeres a nivel mundial, ni siquiera entre las mujeres y los obispos”. Asimismo, considera que el Papa “no puede o no quiere” tomar una decisión sobre este tema en este momento “por consideración a la unidad de la Iglesia”.
“El sínodo podría enfatizar aún más esta diversidad con una mayor descentralización”, continuó, subrayando que el mayor desafío para las mujeres es el acceso a puestos de liderazgo dentro de la Iglesia.
