La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó el accidente en el que murieron 14 peregrinos cuando se dirigían al santuario del Señor de Chalma, en el municipio mexiquense de Malinalco.
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Los obispos expresaron su “más profundo pesar” y se unieron “en oración por las víctimas del trágico accidente ocurrido en la carretera Capulín-Chalma”, al volcar el vehículo en el que se transportaban.
“Nuestros corazones están con las familias de los fieles, quienes se dirigían al santuario del Señor de Chalma para mostrar su devoción y buscar la intercesión divina. En estos momentos de profundo dolor, la Iglesia se solidariza con los afectados y les brinda su cercanía espiritual”.
Llamado a la prudencia
La CEM también elevó sus plegarias para pedir a Dios que conceda pronta recuperación a las 31 personas que resultaron heridas, así como “fortaleza a los familiares y amigos de las víctimas, y consuelo a toda la comunidad”.
De igual modo, los obispos agradecieron “la rápida y eficiente labor de los cuerpos de emergencia, autoridades y voluntarios que han atendido a los afectados. Hacemos un llamado a la prudencia y a reforzar las medidas de seguridad en las carreteras, especialmente en temporadas de peregrinación, para evitar que tragedias como ésta se repitan”.
La Iglesia mexicana reafirmó su compromiso de acompañar espiritualmente a los fieles en todo momento, especialmente en la adversidad.
“Unidos en la fe y la esperanza, imploramos la misericordia divina y la intercesión de la Virgen María para que otorgue paz y resignación a todos los afectados por este doloroso accidente”.
