El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en los Capítulos Generales de los Hijos de la Caridad “canossianos” y a los Hermanos de la Instrucción Cristiana de San Gabriel, a quienes ha dirigido un discurso en el que ha recordado que los capítulos generales son “momentos de gracia donde vivir ante todo, en la dócilidad, la acción del Espíritu Santo, recordando con gratitud el pasado y prestando atención al presente y mirar hacia el futuro con corazón abierto y confiado”.
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Asimismo, el Papa ha puesto en valor que la congregación cuenta con una comunidad de laicos “cada vez más activa e implicada”. “Esto es importante”, ha dicho, “involucrar a los laicos en la espiritualidad de un instituto y colaborar en su labor apostólica”.
El valor de la diversidad
“Por supuesto, es un legado que también trae consigo desafíos, pero Santa Magdalena os mostró cómo superar las dificultades”, ha señalado el Papa: “Cuando el camino se haga difícil, entonces, haced como ella: mirad a Jesús crucificado y mirad los ojos y las llagas de los pobres, y veréis que las respuestas se abrirán paso lentamente en vuestros corazones con cada vez mayor claridad”.
“La Providencia, pues, también a vosotros os ha dado la riqueza de una internacionalidad variada: hará mucho bien a vuestro crecimiento y a vuestro apostolado, si sabéis vivirlo acogiendo y compartiendo constructivamente la diversidad entre vosotros y con todos”, ha añadido Francisco. “Este es un mensaje importante, especialmente en nuestro mundo, a menudo dividido por el egoísmo y el particularismo: ¡la diversidad son dones para compartir, la diversidad son dones preciosos! Sed profetas de esto, con vuestra vida”.
