El obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, conocido por dialogar con miembros del crimen organizado en el estado de Guerrero con la finalidad de lograr pacificar la región, está recibiendo atención médica en el Hospital General ‘Doctor José G. Parres’, en la ciudad de Cuernavaca, en el estado de Morelos.
Y es que, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó este 29 de abril, alrededor de las 16:30 horas, un comunicado en el que denunciaba que el obispo se encontraba desaparecido desde el 27 de abril.
Incluso, lanzó un firme llamado a quienes supuestamente mantenían en cautiverio a Rangel Mendoza para que, “en un acto de humanidad y considerando su delicado estado de salud”, le permitieran tomar de manera adecuada y oportuna los medicamentos que requiere para su bienestar.
También se explicaba que ya se había abierto una carpeta de investigación correspondiente ante la Fiscalía General del Estado de Morelos, específicamente en la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas y Cometida por Particulares, a fin de que se realizaran todas las diligencias necesarias que condujeran al esclarecimiento de los hechos.
Los obispos elevaron sus oraciones por el obispo Rangel, por su familia, por seres queridos “y por todos aquellos que sufren las consecuencias de la violencia e inseguridad… e invitaron a todas las comunidades eclesiales a unirse en oración por esta intención durante las celebraciones eucarísticas“.
Dos horas después, la CEM volvió a publicar otro comunicado para informar que el obispo Rangel Mendoza había sido localizado en un hospital del estado de Morelos, en la ciudad de Cuernavaca.
“Agradecemos profundamente a todas las autoridades y personas que colaboraron en la búsqueda. En cuanto se tenga más información sobre su estado de salud y circunstancias de su localización, se darán a conocer oportunamente“.
El organismo también hizo un llamado “a la comunidad católica y a la sociedad en general a mantener a monseñor Rangel Mendoza en sus oraciones, pidiendo por su pronta recuperación”.
Por otra parte, de acuerdo con información de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, previa al hallazgo, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, secretario general de la CEM, se había coordinado con las autoridades estatales para la localización del obispo Rangel.
En un comunicado, señaló: “La persona del señor obispo Salvador Rangel Mendoza es muy querida y respetada en nuestra diócesis y les pedimos a todos guardar la prudencia como lo ameritan los hechos y rogamos a todos sus oraciones por la integridad de nuestro obispo emérito”.
El obispo emérito de Chilpancingo- Chilapa es un destacado pacificador en la región sur del país, donde ha dialogado con líderes de bandas criminales para evitar el derramamiento de sangre y alcanzar la paz en las comunidades; no obstante, ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones, según él mismo ha denunciado.