1.º de mayo y fiesta de san José obrero, la Iglesia colombiana conmemora estas fechas poniendo en perspectiva dos temas clave de la realidad nacional: reformas laboral y pensional.
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Al respecto – en un comunicado de Cáritas – señalaron que el objetivo de ambos proyectos de ley es “recuperar los derechos perdidos con la ley 50 de 1990 y otras normas” y estar a tono con los estándares de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) de “materializar e institucionalizar el trabajo decente como derecho social y pasaporte a la inclusión”.
Juan Carlos Barreto, presidente de Cáritas Colombia y obispo de Soacha, ha felicitado a todos los trabajadores en su día y “los animamos a continuar ejerciendo con alegría y responsabilidad sus labores y a seguir exigiendo sus derechos”.
Ha pedido la intercesión de san José obrero para que “la clase trabajadora, el empresariado del país, el estado y la sociedad colombiana para que juntos construyamos un país próspero y equitativo”.
Debilidad de las políticas públicas
Juan Carlos Barreto, presidente de Cáritas Colombia y obispo de Soacha, explicó que las reformas que se debaten en el Congreso representan un gran reto para el Gobierno, porque “históricamente las políticas públicas han estado enfocadas en favorecer más a las empresas que a los trabajadores”.
“Prueba de la debilidad de las políticas públicas que se han implementado en el país, son demostrables por el alto grado de desempleo, de informalidad laboral y de falta de acceso a una pensión por parte de un 70% de la población”, añadió.
Espera que estas reformas “sea eficiente en la generación de empleo, en la formalización, en salarios justos, en condiciones dignas para los trabajadores y en valorar el trabajo de campesinos y otros sectores tradicionalmente desprotegidos” y, en especial, que “el bien común prime sobre los privilegios de algunos poderes económicos”.
Foto: Telemedellin