Los obispos uruguayos valoraron la cultura del trabajo

  • Reconocieron el trabajo como pilar de la existencia humana
  • En este año electoral, se unen al pedido de promoción y cuidado del trabajo

Los obispos uruguayos valoraron la cultura del trabajo

La Conferencia Episcopal del Uruguay, a través de un mensaje, tuvo palabras de reconocimiento y gratitud hacia los hombres y mujeres que, desde el trabajo y el esfuerzo cotidiano, sustenta la vida en sociedad.



Especialmente, mencionaron al trabajador rural, que celebra su día este 30 de abril, quienes muchas veces en soledad y con condiciones climáticas adversas, aportan su esfuerzo para alimentar a la gente y ayudar al crecimiento económico del país. Extendieron también su saludo a los emprendedores del agro y la industria, que se constituyen en “verdaderos motores de riqueza, prosperidad y felicidad pública”.

Los prelados sostienen que, frente al año electoral, se vislumbran en el horizonte importantes decisiones para el futuro. Por este motivo, el episcopado se une al anhelo colectivo por un compromiso firme de los candidatos hacia la búsqueda del bien y por un discernimiento de los votantes, “valorando la promoción y el cuidado del trabajo”.

Trabajo, pilar de la existencia

El trabajo, en todas sus manifestaciones, sigue siendo un pilar fundamental de la existencia humana, no solo como un medio para asegurar el sustento diario, sino como el sendero que conduce a la realización personal y al bienestar colectivo. Consideran que el reconocimiento de estos valores fundamenta la cultura del trabajo.

Los obispos creen que las innovaciones tecnológicas y la Inteligencia Artificial amenazan con reemplazar empleos, generando incertidumbre y desafíos para los trabajadores. “Instamos al Estado a promover activamente la creación de nuevos puestos de trabajo, fomentando la inversión y el desarrollo en diversas áreas de producción, asegurando al mismo tiempo una remuneración justa para todos los trabajadores”, solicitaron los obispos.

Derechos de los trabajadores

Otro punto de la declaración tiene que ver con los derechos de los trabajadores. Sostienen que el impulso hacia el progreso económico no puede desvincularse de la protección de estos derechos y del cuidado de nuestra Casa común. Consideran que cualquier avance en el ámbito laboral debe estar acompañado de medidas que salvaguarden la dignidad y el bienestar de los que “contribuyen con su esfuerzo a la construcción del tejido social, en la mutua colaboración”.

Los obispos del Uruguay llamaron a la unidad de los Orientales, recordando las raíces y concretando en acciones los valores de “libertad, justicia y compasión” presentes “en el alma de nuestro pueblo”, como expresaron en un reciente mensaje. Más allá de las diferencias, creen que es esencial unirse en la búsqueda del bien común, priorizando el bienestar de todos por encima de las ventajas personales. Solo así consideran que se puede construir una sociedad más justa, solidaria y próspera para las presentes y futuras generaciones.

Quieren que este día de los trabajadores sea una oportunidad para reflexionar sobre el compromiso con la dignidad del trabajo y la promoción del bienestar de todos los ciudadanos. Agregan que la solidaridad y el respeto mutuo deben guiar las acciones en este camino hacia un futuro más justo y equitativo.

Finalmente, confían los destinos de la Patria y de cada una de las personas del mundo del trabajo a la intercesión de la patrona del Uruguay, la Virgen de los Treinta y Tres, y de San José Obrero, patrono de los trabajadores uruguayos.

Noticias relacionadas
Compartir