A las autoridades les pidieron promover la cultura del trabajo, y a la comunidad eclesial, encontrar modos de contención para quienes fueron despedidos
La pastoral social de esta región del noroeste argentino (NOA) difundió un mensaje para este 1° de mayo, Día Internacional del Trabajador, y manifestó sus inquietudes por los despidos y la incertidumbre laboral.
Manifestaron que, en estos tiempos, el país transita un cambio de paradigma político y económico, y si bien esta es una fecha de celebración, las circunstancias reales son inquietantes porque no se sabe hacia donde se dirigen, y preocupantes por la ola de despidos de trabajadores, que parece no tener fin. Sin embargo, frente a esta situación esperanzada porque” si nos damos una mano entre todos, superando los intereses mezquinos y las ideologías podremos encontrar soluciones razonables, factibles y a largo a plazo”.
Reconocieron que la situación social es compleja y de cambios profundos, y uno de los ejes principales es el ajuste económico que atraviesa y afecta a la clase trabajadora. “Nos preocupa, duele y causa inquietud los cientos de trabajadores del estado nacional y de la actividad privada que han sido despedidos en cada una de nuestras provincias del NOA”, aseveraron los miembros de la pastoral social.
En la declaración, expusieron algunos principios que ayudarán superar esta realidad y anteponer esfuerzos:
Asimismo, pidieron a las autoridades nacionales y provinciales que revisen las políticas públicas que atentan contra el mantenimiento y la seguridad del empleo genuino. Teniendo en cuenta el bien común, “bregamos para que el camino a seguir sea constructivo con elaboración de planes y proyectos de gobierno que generen nuevos y numerosos puestos de trabajo duraderos, bien pagos y que dignifiquen al trabajador”.
Para ellos, es necesario recrear y promover la cultura del trabajo como medio de realización personal y de ascenso social. Aludieron a las palabras del papa Francisco, quien en su mensaje a la OIT del año 2021, expresó que el trabajo futuro tiene que estar fundado en condiciones laborales decentes y dignas, producto de la negociación colectiva, y promover el bien común, para que el trabajo sea verdadera y esencialmente humano.
Finalmente, expresaron el deseo de que “en este suelo argentino” no falte el trabajo, y saludaron fraternalmente a todos los trabajadores de la región, y se solidarizaron con quienes fueron despedidos recientemente. Se dirigieron a toda la comunidad eclesial, para que no sólo recen fervientemente por los trabajadores, sino para encontrar modos de contención para quienes se han quedado sin trabajo.