El cura ha declarado hoy en el juicio que “solo mantuvo gestos de cercanía y amabilidad” con el demandante, de 25 años
Este martes el Juzgado de lo penal 2 de Salamanca ha acogido el juicio en el que está acusado el párroco de la iglesia de Santa María de Béjar, F.P.L., de 60 años, por presuntamente haber abusado de un joven de 25 años y por lo que se enfrenta a una petición, por parte de la Fiscalía, de pena de un año de cárcel.
Tal como recoge EFE, el sacerdote ha negado los hechos y ha sostenido que “solo mantuvo gestos de cercanía y amabilidad” con el demandante. Del mismo modo, ha recordado que en el recinto existen cámaras de vigilancia.
Según el relato del fiscal, en junio de 2023, un amigo de este sacerdote, también cura, se desplazó a Béjar para visitarle junto a su sobrino y la pareja de este. Según el relato, el encuentro consistió en una comida y posterior visita a la iglesia del municipio salmantino, momentos en los que el joven denunció unas actitudes, gestos y tocamientos inapropiados y excesivos por parte del párroco, los cuales iniciaron durante la comida.
Más tarde, mientras la pareja del denunciante se apartó un rato para ir a tocar el órgano de la iglesia, el cura y el joven se quedaron solos y el párroco, según la Fiscalía, comenzó a tocarle la espalda, abrazarle y pasarle el brazo por encima del hombro. Ya en la sacristía, el joven y su pareja se probaron unos trajes, momento en el que el religioso aprovechó para manosear la cintura y parte de los glúteos al ayudarle a colocar la vestimentas. En ese momento abandonaron el lugar.
Por su parte, el joven ha declarado hoy que entró en un estado de shock y por eso no se dio cuenta de lo que estaba pasando. Por todo ello, la Fiscalía ha solicitado un año de prisión además de la inhabilitación absoluta, dos años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de la víctima.
Por su parte, el Obispado de Plasencia ha lamentado “profundamente el dolor y el escándalo” que supone la apertura de juicio oral contra el sacerdote y añade: “desde el momento en que se obtuvo noticia de los hechos, se adoptaron las pertinentes medidas canónicas en consonancia con las disposiciones y medidas cautelares tomadas por la Justicia y con el absoluto respeto a la presunción de inocencia, asumiendo la diócesis en todo momento su papel de responsable subsidiaria”.
Asimismo, ha subrayado que “de nuevo, ante un hecho que nos entristece, esperamos el total esclarecimiento de los hechos y la resolución final de la Justicia”. Por último, la diócesis ha pedido “prudencia” y “respeto” a todas las personas implicadas.