El pasado domingo los ortodoxos celebraban la Pascua y los fieles católicos de la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza visitaron la vecina iglesia ortodoxa de San Porfirio “para intercambiar felicitaciones de Pascua y compartir esperanzas de paz”. En el templo oriental se han refugiado diferentes personas desde el inicio de los ataques, llegando a morir 17 personas por un ataque aéreo en las primeras semanas del conflicto.
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Un sueño lejano
“Si esta iglesia hubiera estado en cualquier otro lugar del mundo, se habría producido un escándalo mundial. Es imperativo que la comunidad internacional se mantenga firme en la protección de los lugares de culto de las minorías, garantizando que estos santuarios se preservan en medio del conflicto”, denunció el imán Abdul Malik Mujahid del grupo estadounidense de Justicia para Todos, con sede en Chicago según recoge The Tablet.
Mientras en Gaza siguen las tensiones después de los avances israelíes en algunas zonas del este de Rafah con tímidos llamamientos hacia un alto al fuego. Desde Roma el Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha seguido denunciando que “en Tierra Santa, la paz parece un sueño lejano, ensombrecido por los horrores del conflicto, y es hora de buscar la reconciliación, la curación y la esperanza”. “No podemos permanecer callados ante las injusticias ni invitar a la gente a vivir pacíficamente y desentenderse”, señaló en otro momento Pizzaballa.