Francisco: “Donde hay desobediencia hay cisma”

El Papa ha recibido hoy a los fieles de la Iglesia siro-malabar

El papa Francisco, durante la audiencia general del 1 de mayo

“Los fieles de vuestra amada Iglesia son conocidos, no sólo en la India sino en todo el mundo, por el vigor de la fe y la devoción. Vuestra lealtad es antigua, arraigada en el testimonio, hasta el martirio, de santo Tomás, apóstol de la India: sois guardianes y herederos de la predicación apostólica. Habéis tenido muchos desafíos a lo largo de vuestra larga y turbulenta historia, que en el pasado también ha visto a hermanos en la fe cometer acciones desafortunadas contra vosotros, insensibles a las peculiaridades de vuestra floreciente Iglesia”. Con estas palabras ha recibido hoy en el Vaticano el papa Francisco a los fieles de la Iglesia siro-malabar.



“Sin embargo”, ha continuado Francisco, “habéis permanecido fieles al Sucesor de Pedro. Y hoy estoy feliz de acogeros y confirmaros en la herencia gloriosa que habéis recibido y que lleváis adelante. Vosotros sois obedientes, y donde hay obediencia hay Iglesia; donde hay desobediencia hay cisma. Y sois obedientes, ésta es vuestra gloria: la obediencia. Aún con el sufrimiento, pero sigue adelante”.

“Es vuestra historia, singular y preciosa, y es patrimonio único para todo el santo Pueblo de Dios”, ha asegurado el Papa. “Aprovecho esta ocasión para recordar que las tradiciones orientales son tesoros esenciales en la Iglesia, especialmente en una época como la nuestra, que corta las raíces y lo mide todo, lamentablemente también la actitud religiosa, sobre lo útil y lo inmediato, el Oriente cristiano nos permite recurrir a fuentes de espiritualidad antiguas y siempre nuevas”.

“No os dejéis vencer por el desaliento”

Asimismo, el Papa ha advertido frente a la autorreferencialidad: “es aquí donde el diablo -el diablo existe-, el divisor, se insinúa, frustrando el deseo más sentido que el Señor expresó antes de sacrificarse por nosotros: que nosotros, sus discípulos, fuéramos ‘una sola cosa’ ( Jn 17, 21). ), sin dividirnos, sin romper la comunión”. Proteger la unidad, por tanto, “no es una piadosa exhortación, sino un deber, y lo es especialmente cuando se trata de sacerdotes que han prometido obediencia y de quienes el pueblo creyente espera ejemplo de caridad y mansedumbre”.

“Trabajemos con determinación para salvaguardar la comunión y oremos incansablemente para que nuestros hermanos, tentados por la mundanidad que lleva a la rigidez y a la división, puedan darse cuenta de que son parte de una familia más grande, que los ama y los espera”, ha animado el Papa. “El criterio rector, el verdaderamente espiritual, el que deriva del Espíritu Santo, es la comunión: significa seguir la adhesión a la unidad, la custodia fiel y humilde, respetuosa y obediente de los dones recibidos”, ha aseverado.

Y ha añadido: “en los momentos de dificultad y de crisis, no os dejéis vencer por el desaliento o por el sentimiento de impotencia ante los problemas”. “Hermanos y hermanas, no perdáis la esperanza, no os canséis de ser pacientes, no os encierréis en prejuicios que conduzcan a alimentar la animosidad”.

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