El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha suspendido ‘a divinis’ al sacerdote Josep Maria Llorca Albero, párroco de la iglesia del Espíritu Santo, del barrio del Baix Guinardó, que va a ser derribada a lo largo de este mes para construir otro templo nuevo, más pequeño en dimensiones, pero que permitirá adaptarse a las necesidad actuales del barrio. El terreno permitirá además levantar una nueva facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Blanquerna-Ramon Llull.
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El P. Melcior Trèmols Capo, al frente
Según ha explicado en un comunicado el Arzobispado de Barcelona, el purpurado adopta esta decisión “como consecuencia de la actitud mantenida” en este tiempo. Esta amonestación de Omella implica que al sacerdote, no solo se le retira como párroco, sino que no puede ejercer ni tan siquiera como sacerdote. Y es que, al parecer, Llorca Albero se habría opuesto al cierre del templo.
Más allá de esta decisión que se dio a conocer a última hora del 15 de mayo, el purpurado ha firmado unos decretos que materializan la desacralización del templo del Espíritu Santo para poder cerrarlo, mientras que de forma temporal la feligresía podrá continuar con su vida pastoral en la iglesia del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Al frente de esta unidad parroquial estará el sacerdote Melcior Trèmols Capo.