España

Las clarisas de Vitoria demandarán a las cismáticas de Belorado para recuperar su convento de Orduña

  • La comunidad vizcaína ha acudido hoy a un despacho de abogados para anular la compraventa del monasterio a través de la justicia civil
  • “No se pueden quedar con propiedades de la Iglesia católica porque se han ido a una secta”, dice el vicario de Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria





Las religiosas clarisas de Vitoria quieren recuperar el monasterio vizcaíno de Orduña y van a demandas a las monjas cismáticas de Belorado para que se anule la compraventa de este convento. Así lo ha desvelado el diario ‘El Correo’ y lo ha confirmado a la agencia Efe el vicario para la Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira. De hecho, el delegado diocesano acompañó esta mañana a las clarisas de Vitoria al despacho de abogados que las está asesorando en este proceso.  En concreto el bufete prepara una demanda civil en ejercicio de condición resolutoria pactada en la escritura de compraventa.



La comunidad de hermanas clarisas de San Antonio están dispuestas a ir a los tribunales para revertir la operación inmobiliaria bajo el argumento de que las religiosas “no se pueden quedar con las propiedades” de la Iglesia católica tras haberse “ido a una secta”.

Trifulca inmobiliaria

La deriva de las clarisas de Belorado para dejar la Iglesia católica y situarse bajo el paraguas de la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, tiene lugar en medio de una trifulca ante la decisión de la Santa Sede de bloquear la petición de las monjas burgalesas para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Bizkaia) y  así hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compraventa.

“Esto no es un problema de dinero”, insiste el delegado Manuel Gómez Tavira, que ha desvelado que en la demanda judicial se alegará como tesis para la anulación de esta operación el impago por parte de la comunidad de Burgos. “Si no hubiera pasado esto, las hermanas de Vitoria nunca les hubiesen pedido un duro porque las dos son clarisas pero ellas (las de Belorado) ya han dejado de ser clarisas”, plantea a Efe. La decisión se toma después de que el 7 de mayo ninguna de las partes implicadas moviese sus posturas en un acto de conciliación que se celebró en el citado despacho de abogados. De prosperar, la hermandas de Belorado que permanece en Orduña tendrían que abandonar el convento.

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