Las parroquias francesas se movilizan ante la llegada del fuego olímpico

Más de 400 ciudades tanto de la Francia continental y la mayoría de sus territorios de ultramar recibirán el paso la antorcha

Francia ya ha recibido la llama olímpica, de cara a los Juegos Olímpicos de París este verano el fuego entró por el puerto de Marsella este 8 de mayo movilizando ya a todas las diócesis y parroquias. Hasta el próximo 26 de julio, en el que se abrirán oficialmente las competiciones, más de 400 ciudades tanto de la Francia continental y la mayoría de sus territorios de ultramar recibirán el paso de la antorcha.



Tregua olímpica

La Iglesia de Francia quiere aprovechar esta oportunidad para que la llegada del fuego olímpico suponga un mensaje de paz. “Invitamos a todas las parroquias y diócesis a rezar por la paz al paso de la llama y por una tregua olímpica al paso de la llama”, señala la directora de los ‘Juegos Santos’ Isabelle de Chattelus a la agencia Sir. Y es que la llama viajará de las grutas de Lascaux, al yacimiento arqueológico de Alésia, a las ciudades medievales de Carcasona, al castillo de Versalles… e iluminará iglesias y abadías. El mensaje de paz llegará a lugares como el Memorial de Verdún así como lugares relacionados con grandes personajes como Juana de Arco en Orleans, Robert Schuman en Scy-Chazelles, Charles de Gaulle en Colombey-les-Deux-Eglises.

En Marsella además se celebró una misa en la Basílica Notre-Dame de la Garde con motivo de la llegada de la antorcha. El obispo delegado de la Conferencia Episcopal francesa para los juegos, Emmanuel Gobilliard, titular de Digne, Riez y Sisteron, recordó a los deportistas que “nosotros tenemos hoy la misión de ser portadores de este Amor en el mundo. Es una llama que nunca se apaga”.

La Virgen de los deportistas

El comité de la Conferencia Episcopal ha creado un programa completo de iniciativas, siguiendo cuatro directrices: solidaridad, educación, misión, espiritualidad. “Los obispos han dicho que estos Juegos Olímpicos pueden ofrecer a la Iglesia una oportunidad complementaria y extraordinaria de habitar el mundo del deporte”, señaló Chattelus. “El hilo conductor de las diferentes iniciativas puestas en marcha se inspira en una frase del papa Francisco que dice que el deporte puede ser un instrumento de encuentro, de formación, de misión y de santificación. Es precisamente esta frase la que nos ha guiado y nos ha permitido definir cuatro polos de acción”, destacó.

Por ello se han creado recorridos por las iglesias más emblemáticas de París y maratones culturales; también 2.000 voluntarios jóvenes católicos reforzarán la presencia en la Iglesias y espacios de oración para los atletas. Además, el 18 de julio, se realizará la ceremonia de apertura de una capilla en la villa olímpica con una celebración multirreligiosa. El 19 de julio se celebrará la ‘misa de apertura’ en la iglesia de la Madeleine de París, reconvertida en esos días como templo dedicado a ‘Nuestra Señora de los Deportistas’. Los atletas pueden acudir a una bendición en Saint-Denis la víspera de los Juegos, el 25 de julio.

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