Según recoge la página web del Patriarcado Ortodoxo de Moscú, su cabeza, el patriarca Kirill, ha recibido el “agradecimiento” de Matteo Mecacci, director de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, por “la información sobre la situación de los derechos de los creyentes en Ucrania”.
Y es que, según recoge la institución eclesial, en abril, Kirill ya denunció ante este organismo y ante los representantes de distintas ortodoxias locales la situación de “persecución” que, a su juicio, están sufriendo los ucranianos que permanecen fieles al Patriarcado Ortodoxo de Moscú. En este sentido, habla de “casos flagrantes” contra “jerarcas, clérigos y laicos”, incluidos “registros en la Asunción Svyatogorsk Lavra y el arresto de su vicario, el metropolitano Arseny de Svyatogorsk”.
El patriarca moscovita también clama contra “la detención de periodistas ortodoxos acusados de alta traición por publicaciones sobre violaciones de los derechos de los creyentes de la Iglesia ortodoxa ucraniana”. Hasta el punto de sufrir “la prohibición” de publicar ciertas noticias. Sin olvidar que el Parlamento ucraniano continúa con “el proyecto de ley número 8371, cuyo objetivo ‘es la prohibición real de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, así como facilitar el proceso de confiscación de sus iglesias y propiedades’”.
El portal ‘Fosfanariou’ va más allá de lo que difunde el Patriarcado Ortodoxo de Moscú y recoge otros puntos de la carta de Kirill, que llegaría a afirmar que esta hostilidad por parte del Gobierno de Zelenski “adquiere las características de un terrorismo antirreligioso total”, siendo su fin “el cierre de iglesias y monasterios sagrados”. Para ello, no se duda en incurrir en “la persecución ilegal de clérigos y laicos”, así como en “castigos extrajudiciales”. Algo que puede hacer gracias al “cierre de los recursos informativos que revelan la verdad sobre la persecución”.
Días atrás, el propio Zelenski, como detalló en su cuenta de Twitter, se reunió con Epifaniy, metropolita de la Iglesia ortodoxa ucraniana independizada de Moscú (con la bendición de Bartolomé, patriarca de Constantinopla, que la reconoció como la 15ª ortodoxia mundial) y con Sviatoslav Shevchuk, arzobispo de la Iglesia greco-católica ucraniana. En dicho encuentro les transmitió que “la clave es reunir a todo nuestro pueblo, fortalecer a nuestros guerreros y acercar la victoria de Ucrania sobre el mal de la invasión rusa”.
Para ello, de un modo específico, “discutimos el trabajo de los capellanes de las fuerzas de defensa de Ucrania”. Y es que, aunque algunos medios habían informado de que los clérigos podrían ser llamados al frente, ‘Vida Nueva’ aclaró que ningún sacerdote empuñará arma alguna, tratándose, simplemente, de animar a los pastores a ejercer de capellanes para ofrecer acompañamiento espiritual a los soldados.
En su mensaje, Zelenski también recalcó que habían abordado “las actividades de información y extensión de la Iglesia y la participación de los líderes religiosos ucranianos en los esfuerzos globales para implementar la fórmula de paz y acercar una paz justa”.
A los pocos días, también a través de Twitter, Epifaniy dio un paso más allá con un significativo mensaje: “Como primado de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, quiero sumar mi voz de apoyo a la voz de Su Santidad el patriarca ecuménico Bartolomé, a las voces de otros líderes religiosos y seculares que ahora están pidiendo a las autoridades de Ucrania y Rusia a acordar un intercambio total de prisioneros de guerra, según la fórmula ‘todos por todos’. ¡Que el Señor bendiga este buen trabajo con éxito y ayude a todos los que trabajarán en su implementación!”.