“La esperanza cristiana es testimoniada sobre todo por los mártires, cuyos recuerdos salpican los caminos de las catacumbas”, ha dicho el Papa
Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en la Plenaria de la Pontificia Comisión para la Arqueología Sagrada, en un encuentro que se ha centrado en la creación de las Jornadas de Catacumbas, “con la implicación de familias y niños en los talleres educativos; la presentación de las diferentes catacumbas tanto en programas de televisión como en redes sociales; la concesión de becas; los sitios anuales de investigación arqueológica en colaboración con varias universidades; todas estas iniciativas contribuyen a promover el conocimiento de las catacumbas y su asistencia cualificada”.
Así, además de poner en valor “los diversos proyectos en marcha en varias regiones italianas, que conducen a continuos e interesantes descubrimientos”, el Papa ha subrayado el valor de peregrinar a las catacumbas con motivo del Jubileo 2025.
“Allí se encuentran los numerosos signos de la peregrinación cristiana primitiva: pienso, por ejemplo, en los graffitis muy importantes de la llamada trilia de las catacumbas de San Sebastián, la Memoria Apostolorum, donde se encuentran las reliquias de los apóstoles Pedro y Pablo fueron venerados juntos”, ha dicho el Papa.
“Luego descubrimos, en estos caminos, los símbolos y representaciones cristianas más antiguas, que dan testimonio de la esperanza cristiana”. Y es que, tal como ha subrayado Francisco, “en las catacumbas todo habla de esperanza, todo: habla de vida más allá de la muerte, de liberación de los peligros y de la muerte misma por obra de Dios, que en Cristo, buen Pastor, nos llama a participar de la bienaventuranza del Paraíso, evocado. con figuras de plantas frondosas, flores, prados verdes, pavos reales y palomas, ovejas pastando… ¡Todo habla de esperanza y vida!”.
La peregrinación a las catacumbas se configura, pues, “como un itinerario en el que experimentar el sentido de la espera y la esperanza cristiana”, ya que “nos recuerda que todos somos peregrinos, en camino hacia la meta de encontrarnos con Dios, que en Cristo Resucitado nos llama a compartir su bienaventuranza y su paz”.
“La esperanza cristiana es testimoniada sobre todo por los mártires, cuyos recuerdos salpican los caminos de las catacumbas. Por este motivo os felicito calurosamente por la propuesta de poner de relieve, con vistas al jubileo, las tumbas de los mártires, proponiéndolas a los peregrinos como etapas significativas de los itinerarios de visita”, ha apostillado. “Detenernos ante ellos nos hace compararnos con el ejemplo valiente de estos cristianos, siempre actual, y nos invita a orar por tantos hermanos que hoy sufren persecución por su fe en Cristo”.
“Por lo tanto, la decisión de ampliar el número de sitios de catacumbas accesibles a los peregrinos parece auspiciosa y oportuna, para permitir que un mayor número las visite y así fortalecerse en la fe y la esperanza“, ha concluido.