Concluido el encuentro con los sacerdotes y religiosos de Verona, el papa Francisco ha continuado su visita pastoral saludando a los niños y jóvenes en la plaza frente a la basílica de San Zeno antes de participar en el Encuentro “Arena de Paz – La Justicia y la Paz se besarán” al que el Papa se trasladó al concluir al famoso anfiteatro romano de Verona. Pocos minutos después de las 9 de la mañana el pontífice ha llegado a la plaza tras una cuenta atrás.
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La paz y el bien
A su llegada, tras escuchar a algunos niños y sus preguntas Francisco se dirigió a los presentes. Sobre el seguimiento de Jesús recordó que también los apóstoles “no eran gente perfecta”. ¿Y nosotros?, apeló. Como se siente el amor cuando se está en familia, cuando se hace una obra buena, mientras que no nos sentimos bien cuando peleamos o mentimos… “Cuando Jesús habla nos hace sentir bien, nos suscita una alegría en el corazón”, insistió. Francisco invitó por ello a sentir la llamada de Jesús “que te hace sentir bien”.
Sobre el papel de los niños para sembrar la paz en el mundo, Francisco recordó que los apóstoles fueron enviados por todo el mundo “a predicar el evangelio”. “Hoy y ahora podemos ser signos de paz en un mundo que en este momento hay tantas guerras como en Ucrania, Tierra Santa, en África, Myanmar…”, lamentó. Para “ser signos de paz” el pontífice invitó a dejar de pelear y escuchar. De hecho al final del acto se lanzaron a volar unas palomas.
Ante la última pregunta –“y para terminar la tortura”, bromeó el Papa–, Francisco invitó a “mantener la fe en los momentos de oscuridad” como la muerte de un familiar. “En los momentos difíciles, duros, tenemos que andar contracorriente para no hacer el mal”, añadió. Hay que “vencer el miedo de andar contracorriente” para hacer el bien, recomendó Bergoglio.