“Si fuera por nosotros, ya no estarían en el Valle de Cuelgamuros los monjes benedictinos, pero ha habido muchas citas electorales. Ahora hemos puesto velocidad de crucero”. Así se ha expresado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, al ser preguntado en una entrevista en El País sobre el futuro de la comunidad religiosa.
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“Queremos que se vayan. Estamos hablando con ellos y con las autoridades eclesiásticas. Debe ser un centro laico que sirva para explicar la guerra y lo que vino después. No cabe que se queden”, agrega el ministro canario, en la que es la primera vez que el Gobierno de Pedro Sánchez se manifiesta tan contundente sobre su deseo de que los benedictinos abandonen el Valle de los Caídos.
Según sus palabras, los monjes “no quieren irse, hay cierta resistencia, pero también la hubo para exhumar los restos de Francisco Franco y al final la justicia lo avaló”.
La resignificación de Cuelgamuros como centro de interpretación memorialista que plantea el Ejecutivo conlleva la extinción de la Fundación de la Santa Cruz, lo que desembocaría, tal y como confirma ahora Torres, en la expulsión de los benedictinos.