El papa Francisco ha recibido este lunes en audiencia a una delegación de la Universidad Loyola de Chicago, a quienes ha dirigido un discurso en el que ha recordado que solo “volviendo a las raíces se puede avanzar”.
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“Las raíces de vuestra Institución están en la experiencia del fundador, que siempre puso a Dios en primer lugar y estuvo en constante búsqueda de la voluntad de Dios”, ha señalado el Papa. “Esto se tradujo en un deseo asiduo de servicio. Salgan a servir”. “Que su camino espiritual, marcado por el discernimiento y el compromiso con la justicia, siga inspirando y guiando vuestra vida y vuestra acción”, ha apostillado.
Asimismo, Francisco ha animado a los presentes a “ser testigos de la esperanza en un mundo marcado a menudo por divisiones y conflictos”. “El conflicto nos impulsa a trabajar. Por eso, perseverad en este camino, que os enseña a cultivar el sentido crítico, la capacidad de discernimiento y la sensibilidad hacia los desafíos globales”.
Al servicio de los demás
“En un momento histórico marcado por cambios rápidos y desafíos cada vez más complejos, el papel de las instituciones académicas es crucial”, ha continuado el Papa. “Os corresponde no sólo formar mentes brillantes, sino también cultivar corazones generosos y conciencias atentas a la dignidad de cada persona”.
Además, les ha animado a “cultivar la curiosidad intelectual, el espíritu de colaboración y la sensibilidad hacia los desafíos de la época en que vivimos, llevando adelante el legado de san Ignacio”. “Se necesitan hombres y mujeres que estén dispuestos a poner sus habilidades al servicio de los demás, a trabajar por un futuro en el que cada persona pueda desarrollar sus capacidades y vivir con dignidad y respeto, y el mundo pueda encontrar la paz”, ha reconocido el Papa.