El paso del fuego recorre una parte esencial de la identidad, la historia y la cultura de Francia en todas sus formas durante los 68 días que dura el recorrido
El Domingo de Pentecostés la liturgia presenta el relato de los Hechos de los Apóstoles cuando reciben el don del Espíritu Santo en formas de fuego. Precisamente este 19 de mayo, en esta solemnidad que marca el final del tiempo pascual, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes ha recibido la llama olímpico en su recorrido por el país de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Un portador ha llegado en torno a las 8.30 h. de la mañana al santuario por la puerta de San José, realizándose en el entorno dos relevos de la antorcha en la Vierge Couronnée y en el Calvaire des Bretons, antes de salir por la puerta de San Miguel en la que la jornada número 11 del fuego olímpico en el país. La presencia de este símbolo en el santuario forma parte del proyecto de la organización de presentar una parte esencial de la identidad, la historia y la cultura de Francia en todas sus formas durante los 68 días que dura el relevo.
En concreto, su paso por el Santuario de Lourdes, señalan desde el complejo espiritual francés, “muestra también que cada ser humano es mirado y considerado ‘como una persona’, como decía Bernadette de la forma en que la Señora la miraba durante las 18 apariciones de la Virgen María en la Gruta de Massabielle”. Además, tras el paso de la llama olímpica, los peregrinos han podido participar en la Misa Internacional en la Basílica de San Pío X o en la Misa en la Gruta.