“Hablar de obediencia y autoridad es tan contracultural como necesario”. Así lo ha advertido el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en la misa de apertura de la XXX Asamblea General de la CONFER.
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En su homilía, el arzobispo de Valladolid ha señalado que “las sociedades democráticas se encuentran en una profunda crisis de sentido”. “El relativismo parece condición necesaria para entenderse en esta sociedad. Es caldo de cultivo para que se imponga el poder a través de los que los positivismos de todo tipo significan, ha añadido.
Por eso, “en esta época, ante el desafío de evangelizar la libertad, la legítima autonomía que brota de la dignidad humana, son tan importantes existencias que consagran su propia vida, su propio ser, a este estilo de vida en el que la libertad se sitúa entre la verdad y el bien”, ha agregado en referencia a la vocación a la vida religiosa.
Imitar a Jesús
Según ha expresado Argüello, “dar testimonio de esto en medio del mundo es una acción apostólica necesaria”. En este sentido, ha pedido a los religiosos españoles imitar a Jesús para “generar una cultura nueva, que hace posible el encuentro ante los conflictos, que hace posible el servicio ante la pretensión de ser el primero, que hace posible que los gérmenes del Reino de Dios crezcan y se ensanchen”.
Antes de concluir, el presidente de los obispos ha deseado a los superiores mayores que tengan una Asamblea “bendecida, iluminada por el espíritu santo y fortalecida por el fuego vivo de su amor”.