La intención es hacer un estudio “serio” del cuerpo y de las reliquias
La Orden del Carmelo Descalzo está estudiando, desde agosto de 2022, la apertura del sepulcro de Santa Teresa de Jesús, que se venera en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, en Alba de Tormes, en el monasterio de las Carmelitas Descalzas. Tal como apuntan desde la Orden del Carmelo, la intención es hacer un estudio “serio” del cuerpo y de las reliquias de la santa, después de la última apertura realizada en 1914.
La Curia General del Carmelo Descalzo, presidida por Miguel Márquez Calle, aprobó esta puesta, “viendo la conveniencia y la necesidad de realizar este proyecto”, detallan en un comunicado recogido por la Diócesis de Salamanca. Los encargados de ello son médicos y científicos italianos, y al frente de ellos, está el prestigioso profesor, Luigi Capasso, director del equipo de expertos que trabajan junto con el Dicasterio vaticano de las Causas de los Santos.
En el año 1991, en pleno centenario de la muerte de San Juan de la Cruz, que se hizo lo mismo con su sepulcro. En la actualidad, la Orden del Carmelo Descalzo desde Alba de Tormes y desde la Curia General de Roma se está realizando los trámites oportunos en el Vaticano para que, con la autorización del papa Francisco, se realice el examen del cuerpo y de las reliquias mayores de la Santa.
Asimismo, también están estudiando toda la documentación que guardan en sus archivos “en lo referente al sepulcro y a las reliquias de nuestra Santa Madre Teresa de Jesús”. Las fechas posibles se determinarán después del verano de 2024, según la disponibilidad del equipo científico italiano y de las personas implicadas. El proyecto de reconocimiento implicará varios pasos canónicos, y permitirá que, en 2025, se abra el sepulcro a la veneración para los albenses y peregrinos.
Desde el siglo XVII, se ideó un sistema de guarda y protección compartida sobre el sepulcro de Santa Teresa, que se centra en la división y distribución de las llaves del mismo, que se confían a personas o entidades, civiles y religiosas que representen de alguna forma a las partes interesadas. En concreto, las llaves del sepulcro son diez, tres tiene la comunidad; otras tres el Duque de Alba; tres el padre general del Carmelo en Roma. La última llave era para la monarquía española, que el Rey Alfonso XIII entregó al prior de los Padres Carmelitas Descalzos antes de su exilio, y que se expone en las salas de exposición del Convento de San Juan de la Cruz.
Foto: Óscar García