Francisco ha presidido la eucaristía este domingo en la Plaza de San Pedro
La Jornada Mundial del Niño llega a su fin este domingo en Roma. Concretamente, en la plaza de San Pedro, donde el papa Francisco ha celebrado la eucaristía de esta solemnidad de la Santísima Trinidad. “Queridos niños, estamos aquí para orar juntos a Dios”, ha dicho Francisco en una homilía improvisada, en la que ha explicado a los más pequeños el concepto de Dios como Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Así, en el Padre Nuestro, ha dicho el Papa, “siempre le pedimos a Dios, Nuestro Padre, que nos acompañe en la vida y nos haga crecer” y, además, “rogamos a Jesús para que nos ayude, para que esté cerca de nosotros y también cuando comulgamos recibimos a Jesús y Jesús nos perdona todos nuestros pecados”, ya que, ha recordado Francisco, “Jesús perdona todo y siempre perdona y debemos tener la humildad de pedir perdón”.
“El problema es: ¿quién es el Espíritu Santo?”, ha continuado el Pontífice. “No es fácil, porque el Espíritu Santo es Dios, está dentro de nosotros. Recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo, lo recibimos en los Sacramentos. El Espíritu Santo es lo que nos acompaña en la vida”. Es, entonces, “lo que nos dice en nuestro corazón las cosas buenas que debemos hacer”. “Por eso, queridos hermanos y hermanas, niños y niñas, todos somos felices porque creemos”, ha expresado el Papa. “La fe nos hace felices”, ha insistido.
El Papa ha concluido la homilía pidiendo a los presentes, especialmente a los niños, que no se olviden de rezar: “Oren por nosotros, para que podamos salir adelante todos, oren por los padres, oren por los abuelos, oren por los niños enfermos. Orad siempre y sobre todo orad por la paz, para que no haya guerras”.