Los cristianos LGTBI de Madrid al Papa: “Se puede ser homosexual y buen sacerdote”

CRISMHOM ha reiterado “su postura en contra de la exclusión de las personas LGTBI+ en el seno de la Iglesia”

“Ante la noticia de las declaraciones presuntamente realizadas por el papa Francisco en reunión con los obispos italianos, en las que recomienda no admitir al seminario y a las órdenes sagradas a personas abiertamente homosexuales, CRISMHOM, comunidad LGTBI+ cristiana de Madrid, reitera su postura en contra de la exclusión de las personas LGTBI+ en el seno de la Iglesia”.



Así ha expresado CRISMHOM su respuesta a las presuntas palabras del Papa, por las que el Vaticano ya ha respondido. “Como parte del pueblo de Dios, en el que tan acertadamente nos ha incluido en otras ocasiones, le animamos a mostrar valentía y firmeza en el seguimiento del Evangelio del Amor, que no excluye ni margina, que saca lo mejor de cada persona independientemente de sus características intrínsecas, que son, ante todo, don de Dios”. Asimismo, recuerdan que “el deber de formar religiosos y religiosas verdaderamente dedicados a la causa de Jesús de Nazaret no puede fundamentarse en normas que lleven a decisiones generalistas, desfasadas y que olvidan a la persona”.

En este sentido, “lo importante es preguntarse qué significa ser hoy sacerdote, religioso o religiosa. El reto está en formar a los futuros consagrados y consagradas en una sociedad llena de paradojas: individualista y plural a la vez, diversa y global, indiferente a las instituciones eclesiales y con sed de espiritualidad, con identidades líquidas e identidades estables, con tantos problemas económicos, ecológicos y sociales como avances tecnológicos, con diálogo interreligioso y fundamentalismos religiosos, con guerras y protestas pacíficas…”.

Ministros heterosexuales y homosexuales

“A un sacerdote”, subraya CRISMHOM, “se le debe pedir vocación, ánimo de esfuerzo y superación; que sea pastor con olor a oveja, como usted mismo dijo; que se encarne con la gente; que acompañe a la comunidad; que promueva la sinodalidad, el desarrollo de ministerios y la comunión en la comunidad; que opte por los pobres y marginados; que sea austero; que esté al servicio de todos; que favorezca el diálogo y acoja a todos, todas y todes; que cultive la vida interior; que se forme continuamente; que sea fiel y con espíritu crítico; que sea buen compañero y profeta social; en definitiva, que cada día se identifique más con Jesús”.

Por ello, defienden que “toda persona, independientemente de su condición sexual o identidad de género, puede ser un buen sacerdote, religioso o religiosa. Pecador y llamado a la santidad”. De esta manera, “una vez más abogamos por la no discriminación de las personas consagradas por su condición sexo-afectiva”.

“La Iglesia se ha construido durante más de dos milenios tanto por jerarcas heterosexuales como homosexuales, y seguirá contruyéndose con ministros ordenados y laicos, tanto heterosexuales como homosexuales”, subrayan la comunidad LGTBI+ cristiana de Madrid. “Hay que desterrar de los seminarios y del clero la superficialidad, el infantilismo, el carrerismo, el fundamentalismo, el espiritualismo y el postureo”. En este sentido, “es más necesaria que nunca la autenticidad, la búsqueda de la verdad, la mirada compasiva y optimista al mundo, la tolerancia, el respeto al diferente, el servicio, el trabajo, la disciplina, la espiritualidad y, sobre todo, mucho amor”.

¡Cabemos todos!

“El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término referido por otra persona”. De esta manera respondía esta tarde el Vaticano a las palabras virales de Francisco con las que invitaba a los obispos italianos a no aceptar en los seminarios a candidatos gais porque ya hay “demasiado ‘mariconeo’ en algunos”.

En el comunicado lanzado por la Sala de Prensa de la Santa Sede se detalla que Jorge Mario Bergoglio está al tanto de las noticias publicadas sobre su reunión, a puerta cerrada, con los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana. Por ello, repite una vez más que “¡en la Iglesia hay lugar para todos, para todos! Nadie sobra, hay sitio para todos. Tal como somos, todos nosotros”.

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