En una carta dirigida a los participantes en el Congreso de Vida Religiosa Consagrada sobre el tema ‘CRB 70 años: memoria agradecida, mística, profecía y esperanza’, promovido por la Conferencia de Religiosos de Brasil para conmemorar su 70 aniversario, el papa Francisco ha mostrado su agradecimiento por “el inmenso don de la vocación a la vida consagrada que, en sus más diversos carismas, enriquece la comunión eclesial y contribuye grandemente a la misión de la Iglesia en todo el mundo”.
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Asimismo, el Papa ha subrayado que, en muchos lugares del mundo, “el primer anuncio del Evangelio” lo hacen “los consagrados y consagradas, que asumen con gran compromiso y con la entrega de su vida» la invitación de Jesús a llegar a todos los continentes para anunciar la Buena Noticia a toda criatura”. Además, ha recordado que “el don de la vocación debe ser custodiado y cultivado cada día, para que produzca buenos frutos”.
Amar sin poseer
Del mismo modo, el Papa ha señalado que es necesario un “diálogo constante con Jesús en la oración cotidiana y la fidelidad a los votos” para “vivir bien la llamada divina”. “La vida consagrada”, añade el Papa en su mensaje, “si permanece firme en el amor del Señor, ve la belleza. Ve que la pobreza no es un esfuerzo titánico, sino una libertad superior, que nos da a Dios y a los demás como las verdaderas riquezas”.
De este modo, tal como subraya Francisco, “la castidad no es esterilidad austera, sino el camino para amar sin poseer. Ve que la obediencia no es disciplina, sino victoria sobre nuestra anarquía al estilo de Jesús”.