Lanzamiento oficial de la Academia de Líderes Católicos en Paraguay

El cardenal paraguayo pidió, a quienes actúan en política, tener ‘Fratelli tutti’ como libro de cabecera y buscar la construcción del bien común a través de la caridad

Lanzamiento oficial de la Academia de Líderes Católicos en Paraguay

Hace unos días, el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo metropolitano de Asunción y presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay, dio la bienvenida a la Academia Internacional de Líderes Católicos al territorio paraguayo.



Participaron en este lanzamiento José Antonio Rosas, fundador y director general de la Academia y el senador Francisco Javier Chahuán, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Chile, y miembros del poder legislativo y municipal, invitados especialmente.

El arzobispo de Asunción informó que, con espíritu sinodal, estuvieron promoviendo estos encuentros altamente satisfactorios, que valoran como espacios para caminar juntos por el bien común de las comunidades, con miembros del poder legislativo y municipal, sobre todo en la jurisdicción de la arquidiócesis, y con otros sectores políticos y de trayectoria.

Desayuno de trabajo

Durante esta jornada, Rosas reflexionó, desde su experiencia como dirigente, sobre el quehacer político para promover el bien común; mientras que el senador Chahuán habló sobre el liderazgo desde los valores del Evangelio que están insertos en el Magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia.

El tema propuesto fue “la cultura del encuentro”, una iniciativa propuesta por el papa Francisco para asumirla como un estilo de vida en la que el otro es un hermano con quien construir una sociedad mejor y no como un enemigo al que hay que ignorar o eliminar.

Fraternidad y amistad social

“Soñemos juntos en una sociedad mejor pues, todos somos hermanos, y ustedes, líderes con responsabilidades políticas pueden ser el motor, el corazón que impulsa la fraternidad y la amistad social como modo de hacer política, desde el diálogo y el reconocimiento de la dignidad del otro, del que piensa distinto, del que pertenece a una opción política diferente, del que en un determinado momento es un competidor, pero no un enemigo al que hay que destruir”, pidió el cardenal.

Invitó a los presentes a tener la carta ‘Fratelli tutti’ como libro de cabecera para el pensamiento y la acción política, ya que es una fuente de inspiración que ofrece criterios de juicio para ejercer en el desafío cotidiano de la misión ante la sociedad.

Martínez Flores subrayó tres puntos de la Encíclica Papal con el objetivo de encarnarlos en los ámbitos de responsabilidad:

  • Reconocer en cada ser humano a un hermano para lograr una amistad social que encare eficaces caminos que conduzcan a la fraternidad y la justicia para todos, con el sello firme de la caridad amplia, la caridad política (FT, 180).
  • Los compromisos que brotan de la Doctrina Social provienen de la caridad, síntesis de toda Ley según la enseñanza de Jesús (Mt 22, 36-40), lo que supone reconocer que el amor con sus gestos de cuidado se manifiesta en todas las acciones y relaciones sociales, económicas y políticas, que procuran construir un mundo mejor (N° 181).
  • La caridad social permite ir a la búsqueda del bien común y, consecuentemente, lleva a buscar el bien de todas las personas, individualmente y en la dimensión social que los une. La buena política busca caminos de construcción de comunidades: “La caridad está en el corazón de toda vida social sana y abierta”.

Finalmente, el titular de Asunción alentó a los presentes a encarnar el desafío del servicio a la caridad que construye fraternidad y los animó a continuar avanzando, con valentía y esperanza y con la ayuda de Dios.

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