“No sé de qué equipo será Jesús, pero está con los deportistas buenos, sacrificados y nobles”. Estas fueron las palabras que el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, dirigió a los jugadores del Real Madrid esta tarde, que acudieron a la catedral de Nuestra Señora de la Almudena para ofrecer a la patrona de la capital española la 15ª Copa de la Champions League que ganaron en la noche del sábado en Londres frente al Borussia Dortmund.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Los niños, los otros revolucionarios
- Regístrate en el boletín gratuito
Con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez y el entrenador Carlo Ancelotti al frente, los jugadores y el equipo técnico llegaron sobre las seis y veinte de la tarde a la catedral, donde fueron recibidos por Cobo y el obispo auxiliar, Jesús Vidal. En el interior, les esperaban centenares de niños de diversas parroquias madrileñas, muchos de ellos con los vestidos y trajes de primera comunión.
A los pies
Una breve intervención del purpurado y un avemaría precedió a la ofrenda de una réplica de la Copa, que llevó el capitán del equipo, Nacho Fernández, a los pies de la Virgen de la Almudena. Otro de los capitanes, Luka Modric, portaba un ramo de flores para la patrona.
“Bienvenidos a la casa de la Virgen de la Almudena, que acoge como siempre a todos los que quieren ir a Dios y caminar por el camino del amor”, comentó el purpurado que presentó a María como la madre que “acoger a todos siempre sin excepción”. “La Virgen acoge esta Copa con toda la gente de Madrid que se alegra”, añadió.
De corazón
Cobo felicitó “de corazón” a todos los componentes del equipo. “Venís aquí como campeones”, apuntó el cardenal, subrayando que “ser campeones es un privilegio pero también una responsabilidad personal y social”.
“No sé de qué equipo sería Jesús, el hijo de María, Ese que Ella nos enseña en sus brazos, pero sé que por encima de divisiones y de exclusiones, Jesús agradece esta copa y se hace presente aquí con vosotros”, expresó Cobo, que felicitó a los jugadores “por todo el esfuerzo”. “En un mundo complicado, envuelto en guerras y divisiones, donde a menudo faltan buenas noticias, hoy vosotros sois buena noticia. Por eso, Jesús se alegra y os bendice por el deporte sano y bueno que realizáis”, remarcó.
Fraternidad papal
Durante su alocución, el cardenal hizo hincapié en algunos de los valores fundamentales del Evangelio que se han visto reflejados en el club blanco, como la disciplina y el compromiso: “El deporte sirve para construir una sociedad mejor. Como die el Papa Francisco, el deporte nos enseña el valor de la fraternidad”. En esta misma línea, apuntó que “demostráis que todos, todos, todos, somos hermanos de una misma familia humana”.
Además, los animó a ser “ejemplo dentro y fuera del campo”, para “ser referencia para tantos jóvenes, niños y mayores”. A la par, les agradeció “la gran lección que hoy nos habéis dado a la sociedad: el valor de ser fuertes en los momentos de dificultad y cómo estando juntos, con sacrificio como equipo, siempre juntos, perseverantes y con esperanza”.
Como signo de acogida a unos y otros, remarcó que Nuestra Señora de la Almudena “intercede por vuestros hijos, creyentes y no creyentes”. “Seguid haciendo buen fútbol para todos, que la Virgen os bendiga, proteja y cuide para ser bendición de esperanza para todos”, les apuntó el cardenal al concluir su intervención.